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Punta Umbría

Una Pamplona abarrotada despide a los visitantes del fin de semana

Pamplona amaneció ayer abarrotada por miles de visitantes que acudieron a disfrutar de la fiesta de los Sanfermines durante el fin de semana y que, tras descansar unas horas en parques y jardines y algunos con más suerte y dinero en los repletos hoteles, fueron abandonando la ciudad.

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  • Mansos y toros de la ganadería sevillana de Miura por el tramo de Mercaderes, durante el quinto encierro. -
Pamplona amaneció ayer abarrotada por miles de visitantes que acudieron a disfrutar de la fiesta de los Sanfermines durante el fin de semana y que, tras descansar unas horas en parques y jardines y algunos con más suerte y dinero en los repletos hoteles, fueron abandonando la ciudad a lo largo del día.

La aglomeración se notó ya desde la mañana en el quinto encierro de las fiestas, corrido como es habitual en domingo por toros de la ganadería de Miura, cuyo comportamiento noble los hace idóneos para las carreras más concurridas.

Y un año más se ha cumplido lo esperado pues, pese a la masiva participación, el encierro sólo dejó cuatro mozos trasladados a centros hospitalarios.

Nada más terminar la carrera, se produjo el relevo de quienes toman la calle en las fiestas, de forma que quienes habían pasado la noche de juerga cogieron con ganas la cama en el mejor de los casos o buscaron un lugar tranquilo en parques y jardines o en los propios vehículos en los que habían llegado para descansar unas horas antes de emprender en su caso el viaje de vuelta a casa.

Así también, la estación de autobuses y de tren vivió ayer el trasiego de viajeros, especialmente de los que abandonaban Pamplona, con el pañuelo rojo al cuello y en sus caras los efectos del cansancio de una divertida estancia.

Sin embargo, con una fisonomía que evidencia las más de 120 horas seguidas de fiesta transcurridas desde el chupinazo del 6 de julio, los malos olores se acumulan en muchos de los rincones de Pamplona pese al esforzado trabajo de los servicios de limpieza, impotentes ante las miles y miles de personas que desde hace días hacen de la calle su única ubicación, y allí comen, beben, bailan y disfrutan.

Y ayer domingo no fue diferente, ya que el calor siguió acompañando a los Sanfermines de 2010 e invitando a mediodía a tomar el aperitivo en la calle, verdadero epicentro de la fiesta, que por tarde se vio aún más reforzada con el partido de la selección española de fútbol en la final del Mundial de Sudáfrica, que se pudo ver en una pantalla gigante habilitada en la Plaza del Castillo.

Para entonces ya habían recibido el homenaje previsto por el Ayuntamiento de Pamplona el fotógrafo Francisco Cano Canito y el periodista de TVE en Navarra Javier Solano, a quienes la alcaldesa, Yolanda Barcina, agradeció la labor realizada durante años para divulgar las fiestas de San Fermín.

Barcina calificó a Canito y Solano como “dos personas que tienen mucho que decir” de los Sanfermines, uno después de décadas de inmortalizar las fiestas en sus fotografías y el otro por ser “la voz del encierro” durante 22 años en televisión española.

También por la tarde tuvo lugar la quinta corrida de la Feria en la que los diestros Juan José Padilla, Rafaelillo y Javier Valverde lidiaron a los toros de Miura que horas antes corrieron el encierro.

Y como novedad, las peñas de Pamplona no acudieron ayer a la corrida en protesta por la gestión que hace el Ayuntamiento del programa oficial de los Sanfermines.

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