El Ayuntamiento está instalando reductores de velocidad en el barrio de La Merced para controlar la velocidad de los vehículos en el casco antiguo. El concejal de Conservación e Infraestructuras Municipales, Antonio Losa, ha anunciado que se trata de unos trabajos que se están llevando a cabo cumpliendo la normativa establecida para intervenir en el casco histórico y que está recogida en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) de la capital.
"Se están utilizando adoquines de mampostería porque así se mimetizan con el pavimento que ya existe y se reduce al mínimo el impacto visual que producen; se trata de un material natural, resistente, duradero y de gran valor estético. Así se consigue el objetivo de evitar contaminación visual en el centro histórico, al mismo tiempo que se controla el tráfico por una zona por la que transitan a diario personas mayores y numerosos turistas que visitan la ciudad. Favorecemos la seguridad de los viandantes y, a la vez, ponemos en valor al casco antiguo salvaguardando su estética propia empleando materiales nobles para ello”, valora en un comunicado remitido a los medios.
El edil ha hecho hincapié en que con esta intervención se atiende a una demanda histórica de los vecinos del entorno, que, a través de la asociación de La Merced, habían pedido en "numerosas ocasiones la adopción de medidas para reducir la velocidad de los vehículos que circulan por la zona y, concretamente, en una de las salidas a la Plaza de La Merced”.
Esta intervención se enmarca en el plan de señalización e instalación de reductores de velocidad que se está ejecutando en la ciudad. Éste comenzó en el Puente Tablas, siguió en los barrios del Bulevar y Santa Isabel y ahora se desarrolla en el centro de la ciudad.