No es la primera vez que la Fortaleza de la Mota acoge una boda internacional. Quizá el antecedente más sonado sea el que tuvo lugar en mayo del año 2000, cuando Minako y Tatsuhiro, dos jóvenes japoneses procedentes de la ciudad de Osaka, celebraban su matrimonio en el Patio de Armas, atraídos por la belleza de nuestro reciento medieval. Veintitrés años después, han sido las Casas de Cabildo las que han acogido un enlace que, en esencia, es también fruto de la globalización. En esta ocasión, los protagonistas han sido una alcalaína, Silvia López Villén, y un británico, Charles Steward. Lo más curioso de todo es que también esta historia arranca en el Lejano Oriente, concretamente en la capital china, Pekín. “Yo había estudiado Traducción e Interpretación en la Universidad de Granada, y aunque parezca irónico, no me gustaba el idioma inglés así que decidí estudiar francés y chino en la carrera –nos explica Silvia–. Al terminar el grado, con cuatro de mis mejores amigos, me fui a Pekín con una beca del Instituto Confucio a vivir una de las aventuras más importantes que cambiaría mi vida para siempre, puesto que allí conocí a Charles, quien empezaba también su curso de idioma chino gracias a una colaboración entre la universidad de Worcester y Beijing Sport University. Nos conocimos en los pasillos de la universidad y aunque yo iba para una estancia de un año, acabé solicitando la beca para un año más. Así que lo que comenzó como una aventura de un curso, se convirtió en mi despedida de Alcalá hace 8 años”.
Pese a que el romance se iniciaba en un lugar tan remoto, una vez decidido que ambos jóvenes unirían sus destinos, Silvia tuvo claro el lugar donde quería celebrar la boda. “Yo tenía clarísimo que me casaría en Alcalá. Es mi pueblo, quería celebrar este día tan importante en mi tierra y mostrarle a mis amigos y familiares de otros lugares lo precioso que es. En cuanto a la Mota, fue más Charles quien estuvo seguro desde el principio de que quería celebrarlo allí. Primero porque es un lugar impresionante y lleno de belleza, pero también porque representa la historia de diferentes culturas y civilizaciones y era el lugar perfecto para reunirnos con nuestra familia y grupos de amigos de diversos lugares del mundo, para convivir y celebrar en armonía, disfrutando y enriqueciéndonos de nuestras diferencias”.
Como podemos imaginar, si ya organizar una boda “normal” tiene su complejidad, hacerlo cuando las familias proceden de lugares distantes complica mucho más la cuestión. “Desde luego ha sido una tarea intensa. Simplemente pensar en el menú por ejemplo, porque queríamos que fuese una celebración que uniese un poco la cultura española con la cultura inglesa, pero teniendo en cuenta las diferencias en tradiciones y costumbres de nuestros invitados. Organizar un evento así es bastante complicado pero hemos tenido mucha ayuda de nuestra familia y amigos, especialmente mi hermana, mi prima María y mis tíos Antonio y Meme, que han estado pendientes de cómo solucionar cualquier duda y cómo hacer posibles algunas de las ideas tan diferentes que Charles y yo queríamos incluir en la boda. Por otro lado, toda la familia de Charles estaba alojada en la casa rural en la que celebramos la boda, El Molino de Abajo, lo que facilitó mucho la logística”.
Otro aspecto importante fue la elección de la persona que oficiaría el enlace, un honor que ha correspondido a la concejal Inés Arco. “El primer día que quedamos con Inés para hablar un poco de nuestra relación y de las cosas que queríamos transmitir a quienes estaban con nosotros en nuestro día especial, le comentamos nuestra pasión por la literatura. Esto es algo que me acompaña desde pequeña, puesto que en casa de mis padres siempre hay libros por todos los rincones y se ha cultivado el amor a la lectura y los libros. Esto se hizo presente cuando mis padres abrieron la librería Ítaka, para la cual hubo un guiño muy bonito en el discurso de Inés al hablar del viaje de Ulises, en la Odisea, y como este mantiene siempre a Ítaca en su memoria, al igual que hago yo con Alcalá, mi propia Ítaka. Hubo mención a Shakespeare entre otros autores, para representar la literatura de ambos países”.
Y así llegaba el gran día: el sábado, 26 de agosto. El resultado, como no podía ser de otra forma, ha sido la celebración de una boda de lo más internacional. “Somos muy afortunados de tener amigos y familiares de muchas partes del mundo. Aparte de nuestras familias y amigos de Alcalá y Swindon, nuestros respectivos lugares de nacimiento, hemos contado con invitados de diferentes rincones de España e Inglaterra, América, China, Francia… y como no podía ser de otra manera, con culturas y mezclas muy diversas”. Una celebración llena de momentos especiales, en la que, para Silvia, es difícil quedarse con uno solo. “Es difícil escoger puesto que fue todo tan especial, pero tener a nuestros amigos de tan lejos acompañándonos y disfrutando del lugar donde nací, sus caras al ver la Mota, la emoción al escuchar el flamenco aunque no tenían ni idea de qué significaban las palabras que la artista estaba cantando, pero podían sentirlas. El intercambio de anillos con sus bromas y risas incluidas, y también los discursos en ambos idiomas. Y para mí, uno de los momentos más inolvidables fue escuchar una guitarra, mirar hacia arriba y ver la bella sorpresa que me regalaba mi amigo de la infancia, Juan Pablo.Todo fue una mezcla de tradiciones que salió a la perfección. Las fotos y vídeos nos ayudarán a revivir este día con mucha ilusión, porque la verdad Jose (PPH) ha sabido capturar perfectamente la esencia de nuestra boda”.
Tras el enlace, la pareja regresaba a Gran Bretañam concretamente a la ciudad de Coventry, donde residen. “Por el momento, vivimos en Inglaterra y estamos bastante felices con el trabajo y la vida en general, pero a Charles le encanta el sur de España y yo echo en falta mi tierra, así que quien sabe si en un futuro no muy lejano podemos establecernos más cerquita –asegura Silvia-. La familia de Charles se ha quedado enamorada de Alcalá y sus alrededores así que eso es otro punto a favor para mis planes de establecernos por aquí en el futuro”.