Con estas manifestaciones Jiménez anunció ayer a las puertas del ministerio su deseo de ser la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, una decisión muy pensada y meditada que, según aseveró, ha adoptado tras escuchar la opinión de muchos dirigentes y militantes.
A las 9.30 horas, al mismo tiempo que su rival llegaba a su despacho en la sede del PSM, Jiménez anunciaba ante una gran expectación mediática esa “decisión personal”, que previamente había comunicado a Gómez, con quien ha quedado en “que gane el mejor”.
“La decisión la tomo yo. Hoy me presento yo”, aclaró, tajante, la ministra al ser preguntada sobre si era la candidata promovida por Zapatero. Además, quiso dejar claro que el secretario general de su partido no le había pedido nada.
Jiménez cree que Gómez “lo tiene más fácil” que ella en las primarias, que tendrán lugar el 3 de octubre, porque es el líder del partido, pero está convencida de que en “ganas de presentar un proyecto ilusionante” nadie la va a ganar.
Y si no gana, no se irá. “Yo no soy de las que se van y no soy de las que salen de ninguna parte. Siempre he afrontado con responsabilidad los retos y las decisiones que he tenido que ir tomando”, aseguró.
Mientras, Gómez permaneció toda la jornada en la sede del PSM y no hizo declaraciones, pero desde su entorno se ha informado de que el secretario regional quiere ser nombrado candidato por la militancia y, por tanto, elegirá la opción de recoger firmas entre los aproximadamente 20.000 militantes madrileños con derecho a voto. Necesita el respaldo del quince por ciento de éstos.
Sí se ha pronunciado una de las dirigentes más cercanas a Gómez, la portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, y lo ha hecho para expresar su confianza “en una neutralidad absoluta de Ferraz para las primarias”.
José Cepeda, diputado socialista y principal rival de Gómez en el congreso del PSM de 2007, ha resaltado que el líder regional del partido “no se ha plegado al poder” y “ha querido dar voz a la militancia” en unas primarias que suponen “una fiesta por la libertad y la democracia”.
Otros dirigentes, como el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas, ha cambiado de posición y después de que el día 27 de julio expresara su “total apoyo, lealtad y respaldo” a Gómez, hoy se ha decantado por Jiménez porque su proyecto es el “ganador”.
El PP, en boca de su vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, se ha apresurado a pedir la dimisión de Jiménez como ministra porque debe optar “entre esta responsabilidad o bien dedicarse a otros temas ajenos”.
Para Pons, el cargo de Jiménez en el Gobierno es “tan importante para los españoles, que no puede encargarse a la vez de la Sanidad española y de preparar su candidatura”.
La propia ministra ha respondido a Pons y ha afirmado que no ve ninguna incompatibilidad en seguir de titular de Sanidad y optar a ser candidata.
También le ha replicado la secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano. A su juicio, quien debe dimitir es el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, que podría tener que “dar los mítines desde el banquillo” de los acusados.
Desde el PSE, el lehendakari, Patxi López, ha subrayado el debate “transparente, público y bueno para la calidad democrática del PSOE” que se ha abierto en Madrid.
Más preocupado por que pueda producirse otro tamayazo que por quien sea el candidato se ha mostrado el coordinador general de IU, Cayo Lara, quien cree que el proceso que se está viviendo en el PSM no es más que una “cortina de verano” para “tapar” otros problemas importantes del país.
La batalla de Jiménez y Gómez para recuperar en 2011 la Comunidad de Madrid tras 16 años en manos del PP no ha hecho más que empezar.
