"Como una peli terror americana”. Así describían algunos alumnos las escenas de las que este jueves fueron testigos a primera hora de la mañana en su instituto, el IES Elena García Armada, en la zona de San José Obrero, cuando prácticamente estaban sentándose para dar la primera clase. En el aula de 3º de ESO donde empezó todo tocaba Biología, pero de repente un alumno de clase de 14 años, que en esa jornada “había llegado el último, cuando siempre llega el primero”, sacó de su mochila dos cuchillos e intentó atacar a un compañero. Rápidamente, su tutora y los propios alumnos se fueron para él para pararlo y arrebatarle las dos armas blancas. En ese intento, la docente recibió una puñalada en el ojo para, a continuación, abandonar la clase gritando y con los cuchillos en la mano.
Tras ir a otra aula y seguir en los pasillos, según relatan testigos a VIVA JEREZ, se abalanzó hacia otro alumno que estaba de espaldas, pero un compañero “lo empujó y lo tiró al suelo”. Muy alterado, el menor investigado siguió dando voces y corriendo armado, atacando a más personas, mientras por megafonía se daba aviso a los estudiantes para que salieran al patio. Algunos llegaron a pensar que era un simulacro, “porque lo hacemos todos los años”. Desgraciadamente esta vez de nuevo la realidad superaba a la ficción. El resultado son tres profesores y dos alumnos heridos “de diversa consideración”, que fueron atendidos in situ y trasladados al Hospital de Jerez. La peor parte se la ha llevado la docente herida en un ojo, que tuvo que someterse a una intervención en un párpado, y este jueves a última hora de la tarde recibía el alta. Afortunadamente, el pinchazo no afectó al globo ocular.
Nada más recibir el aviso, a las 8.25 horas, en la sala del 091, efectivos de la Policía Nacional se desplazaban de urgencia hasta el centro. Una vez allí, “a los pocos minutos” localizaban y reducían al menor y se lo llevaban detenido a la Comisaría. Algunos compañeros llegaron a presenciar este momento desde el patio. La mayoría de los casi 700 alumnos que estudian en este instituto seguían con el susto en el cuerpo después de salir de las clases precipitadamentepara ponerse a salvo fuera del edificio, donde permanecieron hasta cerca de las once de la mañana tranquilizados por sus docentes hasta que se les comunicaba la suspensión de las clases y sus padres podían por fin abrazarlos, sin contener las lágrimas en algunos casos, y llevárselos a casa.
Eran los propios agentes de la Policía Nacional los que iban entregando en la puerta uno a uno a cada alumno a sus padres, que se habían acercado visiblemente neviosos hasta el centro desde primera hora alertados incluso por sus propios hijos vía WhatsApp. Una de ellas era Gema, a la que su hija, de 2º de ESO le envío un mensaje de audio cuando apenas eran las 8.25 horas. “Mamá, que hay un hombre en el instituto que está dando puñaladas por el pasillo. Nos han sacado a todos los niños fuera”, le decía. Muy nerviosa, comenzó a llamarla pero no respondía. Como ella, decenas de padres hicieron lo mismo. “Cuando llegué allí a los cinco minutos, había tres coches de Policía, muchas sirenas y dos ambulancias. La ví desde la valla y tenía la cara blanca y estaba llorando. Me dijo que no la dejaban salir y que tenían que esperar. Estaba la Policía Científica reconstruyendo el caso, iban a limpiar (los restos de sangre) para que los niños subieran a por las maletas, pero al final han salido sin ellas”, contaba ya más tranquila tras poder abrazar a su hija mayor.
Una vez fuera, varios alumnos que conocían al presunto agresor hablaban de alguna discusión de este último con otros compañeros del centro que, según sus testimonios, se metieron con él y podrían haberle salpicado con agua el día anterior. Uno de ellos incluso comentaba que el detenido le había llegado a decir a un compañero y amigo suyo “que no acudiera hoy a clase”. “Se metían con él y hoy ha tomado medidas. Yo creo que iba a por los chavales que se metían con él, no a por los profesores. Les ha herido porque se han puesto en su camino", señalaba otro estudiante.
Otro alumno descartaba que en los días previos hubiese habido algún problema o enfrentamiento con el menor detenido más allá de alguna broma en el aula. “No había pasado nada, como mucho alguna broma que todo el mundo hacemos en clase”, llegó a decir. En cualquier caso, aunque se desconocen las causas de la agresión múltiple, será la investigación abierta por la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM), encargada del caso, la que esclarezca los hechos. Los investigadores deberán estudiar ahora todas las circunstancias que rodean al entorno escolar y familiar del menor, valorándose todas las opciones, entre ellas si el detenido pudiera ser víctima de acoso escolar y si tuviera alguna capacidad cognitiva alterada. Tras pasar esta noche custodiado en el área de calabozos de la Comisaría, está previsto que el adolescente pase este viernes a disposición de la Fiscalía de Menores.
Aunque son varios los alumnos que han apuntado que había compañeros que "se metían" con el menor, el centro desconocía la situación. La consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo, ha pedido ser "cautos y prudentes" ya que la investigación de la Policía "está abierta". Ha insistido en que "no consta" que se hubiera activado en el centro "ningún protocolo de acoso ni de nada" porque "no había habido con anterioridad" hechos que hubieran alterado la convivencia en el centro.
