El famoso toque Lubitsch, su lucidez, su sátira, su característica manera de saber gozar de la inestabilidad permanente, impregnará la Cinemateca hasta el próximo 10 de octubre, con la proyección de más de 60 películas, algunas de la época muda, de ellas seis con acompañamiento musical en vivo.
El objetivo es cuando menos doble, pues de un lado se trata de “comenzar bien la temporada”, con una bella retrospectiva, en un momento “no muy alegre en general” como es el final de las vacaciones, según explicó a Efe el director de la Cinemateca, Serge Toubiana.
Además, el evento permitirá descubrir a las nuevas generaciones al prolífico y genial director de Ser o no ser (1942), Ninotchka (1939), La octava mujer de Barba Azul (1938), Remordimiento (1932), The Love Parade (1929) o La princesa de las ostras (1919).