De no ser así, los empleados se reincorporarán a sus puestos el próximo 2 de septiembre. Con todo, el miembro del comité de empresa por UGT, Manuel Méndez, admite que “no habrá ocupación efectiva” de los trabajadores ya que La Seda “no tiene intenciones de producir”.
Una situación compleja ya que los trabajadores no quieren consumir más prestaciones por desempleo en un nuevo expediente de espera, pero la empresa parece decidida a no retomar la actividad industrial, cerrando su presencia en el polo industrial campogibraltareño con una venta como mal menor.
Nuevo ERTE
El Grupo La Seda presentó semanas atrás una solicitud de extensión por dos meses más del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) vigente hasta el próximo miércoles 1 de septiembre.
Esta opción fue rechazada frontalmente por los sindicatos al entender que los trabajadores continúan consumiendo su prestación por desempleo sin que se sepa a ciencia cierta si volverán a incorporarse a la fábrica.
La única puerta abierta para que la prórroga del expediente se llevara a efecto sería que el comprador se dirigiera directamente a los sindicatos y pidiera expresamente más tiempo para concretar la adquisición.
Así, a una semana de la finalización del expediente en vigor, los empleados están a la expectativa de los acontecimientos que, por fuerza, deberán precipitarse en un sentido u otro.
En esta línea, desde UGT se confirma que “La Seda nos comentó que posiblemente habría noticias en esta semana”. Mientras, el ERTE sigue su curso y el sindicato denuncia que “no hay voluntad negociadora por parte de la empresa”.
Lo que está claro es que la solicitud de prórroga del expediente todavía no ha sido resuelta en la Delegación Provincial de Empleo de Cádiz, ya que incluso el periodo de consultas permanece abierto.
La Seda anunció su intención de desprenderse de la planta comarcal hace dos meses, fijándose como fecha límite el final de año para completar la venta.
Esta nueva solicitud de prórroga se enclava en la necesidad del grupo catalán de disponer de más tiempo para poder obtener mayores rendimientos. Llegados a este punto, el tiempo juega en contra de la estrategia de La Seda ya que se encontrará con los trabajadores en la fábrica y ninguna oferta cerrada sobre la mesa.
Sin confianza
Desde UGT se subraya que “el tema de la venta está en la mesa de la empresa y han tenido tiempo suficiente para vender la fábrica”. El sindicato ugetista recalca que “si se da la venta y es real, estaríamos dispuestos a valorar la ampliación del ERTE, pero siempre que esté garantizada la viabilidad de la fábrica”.
Cabe recordar que son tres las empresas que se han interesado por la planta, incluso llegando a visitarla. Méndez revela que “hemos pedido información al respecto pero no se nos ha dado nada, con la excusa de que el proceso de venta corresponde exclusivamente a la empresa”.
El sindicato ugetista señala que “esperamos que haya una venta que garantizara la viabilidad. Con La Seda no tenemos futuro. Esperamos que aparezca un comprador pero mientras los empleados volverán a su puesto, evidentemente en unas condiciones no deseables”.
Los representantes de los trabajadores ya indicaron cuando se conoció la noticia de la solicitud de prórroga que “hay gente que ya ha consumido 18 meses de paro. Si son tan rematadamente malos como hasta ahora en las negociaciones, igual al final nos ponen en la calle con solo cuatro meses” de prestación por desempleo. Por ello, los trabajadores avisaron que “los votos de confianza se han acabado” ya que “La Seda ha mostrado su ineptitud”.
UGT remarcó por entonces que “la plantilla de Artenius San Roque ha sacrificado hasta el momento mucho tiempo, dinero y confianza hacia una compañía que no ha reportado absolutamente nada ni a sus trabajadores ni a la comarca”.
La otra alternativa que podría manejar La Seda es presentar un ERE extintivo para la plantilla y cerrar sus instalaciones. Sin embargo, la grave situación económica de la compañía invita a pensar que los accionistas, y los acreedores, preferirán obtener algún tipo de beneficio por una mala venta antes de cerrar una planta sin dividendo alguno.
