A sus 36 años, Francisco Lobón Leal, compagina su trabajo centrado en el diseño de personajes para animación y videojuegos, por las mañanas, con su pasión, el cómic, por las tardes. Se describe como un lector empedernido del manga, fan de Akira Toriyama, dibujante de Dragon Ball, y de Eiichiro Oda, dibujante de One Piece. Se formó en Bellas Artes en Madrid, allí estuvo trabajando un tiempo, junto a su novia, Cristina Fernández, quien también forma parte del proyecto que tienen entre manos, pero tras la pandemia, decidieron que “como en Chiclana, no se vive en ningún lado”, así que rápidamente hicieron las maletas y se trasladaron hasta Fuente Amarga, allí tienen su estudio, sus ilusiones, y un objetivo; alcanzar los 23.000 euros en menos de un mes para que Sam Hain sea una realidad.
La primera novela gráfica de más de 300 páginas de Lobón Leal, Sam Hain, comenzó a fraguarse hace más de un año, bajo el sello de autoedición que creó junto a sus amigos Malfario Cómics, y con el que ya han publicado seis historias cortas, y ya organizan la séptima. “El proyecto parte de una producción avanzada porque quería que cuando saliera el crowdfunding, las personas interesadas, no esperasen mucho hasta recibir la recompensa. La intención de esta iniciativa es conocer qué apoyo hay detrás y conseguir financiación, funcionando como una preventa, que es como funcionan estas páginas, con el riesgo que es todo o nada, pero las personas que colaboran se les retiene el dinero hasta que se consiga el objetivo”, explica Lobón. El crowdfunding está operativo hasta el 9 de noviembre, siendo el objetivo conseguir 23.000 euros, “queremos hacer la edición también en inglés. Serían dos tiradas, y organizar y contratar a alguien para la traducción, también se lleva un importe elevado, por no hablar del encarecimiento del papel”, subraya Lobón. Para que Sam Hain pueda obtenerse en papel, las personas interesadas en colaborar, pueden contactar con el autor a través de sus redes, @Lobonleal, y a través del enlace aportar desde 15 a 320 euros, obteniendo su correspondiente recompensa.
Para Lobón Leal esta iniciativa no le es del todo desconocida, pues anteriormente, ya habían recurrido a ella y les había funcionado con éxito. “Pedíamos 10.000 euros para un librito, y conseguimos 16.000 euros, y se mandó a muchísimos países, alrededor de 400 personas colaboraron en kickstarter. Necesitamos que esta vez la gente vuelva a apoyarnos y a poner de su parte, esto ya está lanzado y tenemos menos de un mes”, explica Lobón.
En cuanto a la novela gráfica, Lobón Leal explica que se basa en una historia de aventura que transcurre en universos paralelos, con saltos dimensionales, entre dos mundos muy diferenciados, “incluso a simple vista, pues las partes a color hacen referencia al mundo mágico, y la dibujadas en blanco y negro al cotidiano”. “Unos niños encarnados por unos cetáceos, salen del mundo mágico en busca de caramelos industriales que en su mundo no existen. Hay una frontera mágica que separa la fantasía del mundo real, esa frontera está vigilada por una bruja que hace negocio con el paso de la gente, y solo tiene interés económico, aquí hago una crítica a la situación actual de las fronteras, y los niños cruzan la frontera el día mágico, el de Halloween, y arruinan el negocio de la bruja, ahí empieza el conflicto”, otra de las problemáticas que también se refleja en la novela es la existencia de los plásticos, “en el mundo mágico no existe, y es perjudicial para los niños, por eso, la bruja los utiliza para atacar a los cetáceos”, narra Lebón, quien ya solo sueña con que llegue el día esperado y haber podido conseguir la financiación para que el cómic hecho en Chiclana, Sam Hain, llegue a las manos de todos.
