La rueda de prensa en un hotel de Chicago, la octava del futuro mandatario en un mes y medio, tenía como objeto presentar el equipo de Salud Pública del nuevo gobierno, pero desde el primer momento se vio protagonizada por el escándalo del gobernador.
Blagojevich fue detenido el martes y quedó en libertad bajo fianza, tras ser acusado de intentar “vender” al mejor postor el escaño como senador por Illinois que ha dejado libre Obama.
La ley del estado indica que compete al gobernador nombrar un sustituto si un senador abandona su cargo antes de agotar su mandato.
Ante las insistentes preguntas de los periodistas, Obama aseguró que no ha tenido contacto alguno con Blagojevich acerca del escaño y tiene “toda la confianza del mundo” en que nadie entre su personal ha mantenido tampoco contactos con la oficina del gobernador sobre el asunto.
Obama prometió que se reunirán todos los datos sobre posibles contactos de su personal y la oficina del gobernador y se harán públicos para demostrar que no se ha hablado sobre el escaño.
El gobernador fue detenido después de que el FBI interviniera sus conversaciones y se le grabara afirmando que no decidiría sobre el escaño “a cambio de una puta nada”.
Según el futuro mandatario, la transcripción de las conversaciones pone de manifiesto que Blagojevich “no nos consideraba susceptibles de llegar a un acuerdo”.
En la transcripción, el gobernador se refiere al presidente electo con una serie de insultos y términos denigrantes.
Según apuntó Obama, si su equipo se hubiera rebajado a tratar con el gobernador sobre la adjudicación del escaño “hubiera representado una violación de todo aquello por lo que hemos luchado en esta campaña electoral, y no es así como nos comportamos”.
El presidente electo reiteró su llamamiento de los últimos días para que Blagojevich presente su dimisión.