Los hechos se produjeron esta semana, cuando el agente de la Benemérita fue detenido en Gibraltar, al encontrarse en posesión de una cantidad comercial de tabaco, presuntamente destinada al contrabando. En el momento de ser interceptado por la Policía de Gibraltar, el agente estaba fuera de servicio.
El agente, de 38 anos de edad y natural de Puerto Real, fue hallado en posesión de un total de 126 cartones de cigarrillos de varias marcas. En concreto, fue detenido en la zona de Landport el pasado jueves.
En la mañana del viernes compareció ante el magistrado Charles Pitto en el Tribunal del Peñón. Una vez que se produjo la comparecencia oral del detenido, e instruidas ya las causas judiciales de las que se le imputa, el magistrado decidió concederle la libertad bajo fianza, después de adoptar la decisión de que su caso haya sido pospuesto hasta el mes de diciembre próximo.
Bajo la legislación gibraltareña, es un delito estar en posesión de diez o más cartones de tabaco sin licencia, por lo que es bajo esta jurisdicción y en virtud de este planteamiento legal bajo el que el agente de la Guardia Civil está siendo juzgado por un delito de contrabando.
En caso de ser hallado culpable, con toda probabilidad se enfrenta a una multa, aunque este delito puede acarrear también breves penas de custodia. Además, el agente se enfrentaría a las penas paralelas que el Instituto Armado le podría aplicar en el caso de que se demostrase su culpabilidad.
Este incidente se ha producido justo en el momento de mayor frialdad en las relaciones entre la Guardia Civil y la Policía de Gibraltar por los últimos incidentes registrados en la Bahía.