Según han informado la propia pinacoteca y la policía vasca, el ataque al óleo, situado en la galería 302 del Guggenheim, ha tenido lugar sobre las once y cuarto de la mañana, cuando el joven se ablanzó sobre él con un arma blanca de unos tres centímetros.
Una de las vigilantes del museo intervinó rápidamente, por lo que el sabotaje ha causado “un daño menor y reparable”: seis rasguños en la capa de pintura y una incisión de unos tres centímetros, explicó el Guggenheim.
Los restauradores del museo han revisado el cuadro y, tras una primera valoración, el Guggenheim ha considerado que, una vez que sea restaurado, no será visible ningún daño en su superficie.
El agresor, que se ha identificado como estudiante de la Facultad de Bellas Artes, ha sido denunciado por el museo y detenido por la Ertzaintza bajo la acusación de un delito contra el patrimonio.
El cuadro en cuestión forma parte de la exposición temporal La Edad de Oro holandesa y flamenca compuesta de 130 obras cedidas por el Städel Museum de Fráncfort (Alemania).
Booz recibe la herencia de Elimelec es un óleo que representa la transmisión de una herencia mediante la
costumbre israelí de entregar un zapato al sucesor.