El Consejo de Ministros comunitario no va a suprimir por ahora la conocida como "posición común" hacia Cuba, vigente desde 1996, pero sí discutirá el inicio de una relación bilateral para apoyar los cambios que se han producido en los últimos meses en el país caribeño.
La reunión ministerial, que se celebra en Luxemburgo, supondrá también el estreno internacional de la nueva titular española de Exteriores, Trinidad Jiménez, quien sustituyó esta pasada semana a Miguel Ángel Moratinos.
Varias fuentes comunitarias y diplomáticas de distintos países han coincidido en los últimos dos días en que "es seguro" que los ministros no van a anular la posición común.
Por ello, los ministros comenzarán la discusión sobre cómo pueden modificar su política para responder a las últimas decisiones de La Habana de forma que se pueda apoyar la continuación de los cambios.
Esos cambios "van a influir en el debate", según indica una fuente comunitaria.
Moratinos buscaba sustituir la política de firmeza vigente desde 1996 por un marco bilateral que incluya también una cláusula para exigir a La Habana avances democráticos y el respeto de los derechos humanos.
El ya ex ministro envió hace pocos días una carta a los demás ministros para que apoyaran su propuesta con el convencimiento de que los cambios en el país caribeño son irreversibles.
Una de las principales opciones sería explorar la posibilidad de un "acuerdo bilateral simplificado", para cuya consecución sería necesario entrar en contacto con las autoridades cubanas y disponer de un mandato de negociación para la Comisión Europea apoyado por los países comunitarios.
De esta forma, de una política unilateral de la UE se pasaría a una relación bilateral, más aún cuanto que Cuba es el único país de América Latina con el que el bloque europeo no tiene una relación contractual.
Una posible salida sería el inicio de "contactos exploratorios" en este sentido, recuerda una fuente, quien concluye que mañana "se tomará la temperatura" a la disposición de los Veintisiete.
Y es que actualmente no existe la unanimidad necesaria para que los Veintisiete modifiquen esa política unilateral de la UE, aprobada en 1996 y que vincula las relaciones entre la Unión y Cuba a los progresos en materia de derechos humanos y democratización en la isla.
La propia posición común prevé que la UE apoye el proceso de cambio en Cuba "a medida que las autoridades cubanas avancen hacia la democracia", lo que puede incluir reforzar el diálogo "con el fin de explorar mayores posibilidades para la futura negociación de un acuerdo de cooperación" con la isla.
La idea de suprimir la posición común tiene su principal apoyo en España, que tiene el respaldo de otros países como Francia, pero afronta la firme oposición de algunos Estados miembros como la República Checa, Suecia o Hungría, según fuentes diplomáticas.
Desde mediados de julio, las autoridades de Cuba han liberado y enviado a España a 42 presos políticos, de los que 39 forman parte del grupo de los 52 opositores que quedaban en prisión desde que fueron condenados durante la llamada "Primavera negra" de 2003.
Otros cinco presos políticos, entre ellos una mujer, llegarán en los próximos días a Madrid.
Además, el Gobierno de La Habana ha anunciado en las últimas semanas cambios económicos como la autorización de la actividad privada en ciertos sectores.
Sin embargo, todos los ex presos, igual que el opositor Guillermo Fariñas, galardonado con el premio Sájarov a la libertad de conciencia por el Parlamento Europeo el pasado jueves, rechazan que estas excarcelaciones sean motivo suficiente para cambiar la posición común.