En una entrevista con el diario The Wall Street Journal, Alierta añadió que Telefónica -la mayor empresa española por capitalización bursátil y el segundo grupo de telecomunicaciones de Europa- busca aprovechar el auge del tráfico de Internet para aumentar sus ingresos y se va a concentrar en el crecimiento orgánico.
“Ahora tenemos la presencia que queremos tener”, explicó.
A Alierta, el ejecutivo que lleva más tiempo al frente de una compañía de telecomunicaciones europea, se le reconoce la hazaña de haber forjado un imperio que se expande por 25 países, desde América Latina hasta China o mercados europeos más maduros donde la competencia es despiadada, como Gran Bretaña.
“No interfiero en los asuntos cotidianos. Alguien que gestiona las operaciones locales sabe mucho más que yo de ellas. Normalmente me ocupo de los problemas”, explicó.
Su primera prioridad en Telefónica fue ejecutar una extensa reorganización, reduciendo el valor contable de las licencias de telefonía móvil y desprendiéndose de activos prescindibles adquiridos durante el “boom” de Internet.
“Sanear los activos al principio fue muy fácil, porque mis antecedentes eran financieros”, señala. “Vimos claramente en Telefónica que iba a haber una explosión en las comunicaciones en todo el mundo”, recordó.
Aprovechando una posición dominante en España, donde el regulador y las condiciones del mercado le permitían mantener tarifas más altas que en el resto de Europa, Telefónica pudo consolidar durante las últimas dos décadas su presencia en América Latina.