Durante los próximos meses, y por los compromisos profesionales de Angelina Jolie, la actriz y sus hijos van a estar viviendo en Hungría. Por el momento parece que la adaptación de los pequeños ha sido más que buena y ya se han hecho con su nueva vida europea.
Mientras los mellizos de dos años se quedan con su madre, Maddox, Pax, Zahara y Shiloh acuden a clases al Liceo Francés de Budapest, que queda cerca de la mansión de 3.500 metros cuadrados en la que se han instalado.
Allí, las pequeñas Zahara y Shiloh estudian en la misma clase de preescolar, mientras que Maddox y Pax pertenecen a cursos más avanzados de la escuela primaria. Según ha declarado la propia Angelina a la revista 'Life & Style', sus hijos "adoran la escuela".
Maddox (9) se ha convertido en una estrella de fútbol en el colegio, dando ejemplo de las clases que el propio David Beckham -amigo de sus padres- le dio. Por su parte, Pax (6) parece haber encontrado el amor y pasea por los pasillos de la mano de una niña de su edad.
En este nuevo colegio estudian historia y bailes tradicionales de Hungría, arte y manualidades y kárate tanto en inglés como en francés; y su día libre se ha trasladado a los miércoles, en lugar de los fines de semana.
Tanto Angelina como Brad ven "las ventajas de dar a los niños una educación internacional y viajar con ellos", en palabras de la propia actriz. Y desde luego que lo están cumpliendo, incluso en el terreno gastronómico.
Pese a que a los niños de Brangelina les encanta su nueva vida, hay algo que no acaban de encajar: la comida húngara. La adaptación a estos nuevos platos no está siendo nada buena, por lo que es común ver a los pequeños en el McDonalds más próximo agenciándose unas familiares hamburguesas.