El dictamen del CESS sobre la nueva ordenanza de veladores ha sido muy crítico con el texto enviado por el Gobierno municipal al Consejo Económico y Social de la ciudad, al que consideran “inconcreto y confuso”, con conceptos jurídicos indeterminados y aspectos fundamentales que se dejan “abiertos”, generándose unos “márgenes de discrecionalidad” que derivan en “inseguridad jurídica”. En eso sí ha habido unanimidad, pero no en la regulación de los horarios de los veladores y, especialmente, en la de las plataformas Covid, nacidas ya para quedarse.
Lo cierto es que el dictamen del CESS ha salido con 20 votos a favor y 12 en contra, que corresponden a los empresarios, mientras que el voto particular de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) ha obtenido sólo el apoyo empresarial, además de 17 votos en contra y 3 abstenciones. Pero el voto particular de los empresarios coincide básicamente en todas las críticas que realiza el dictamen final: falta de concreción, discrecionalidad, inseguridad jurídica y ausencia de una verdadera exposición de motivos que delimite el objeto de la regulación.
En esa exposición de motivos está una de las claves de la disensión en el seno del CESS, que evidencia muy a las claras la dificultad para armonizar la ocupación del espacio público y el derecho al descanso, con la actividad hostelera, más aún en zonas acústicamente saturadas o patrimoniales que ahora se quieren regular. En el dictamen se advierte de que “el aumento horario de cierre contribuirá a generar conflictos entre hosteleros y residentes” y se pide que se “extreme la precaución” ante la propuesta de “consolidar las ocupaciones, en principio excepcionales y transitorias, de las plataformas sobre plazas de estacionamiento y terrazas en cruce de calzada”.
Pero los empresarios defienden en su voto particular que quede reflejada en la exposición de motivos la terraza de veladores “desde una perspectiva positiva, al tratarse de un servicio necesario y urbanizador de nuestra ciudad”, además de que “contribuye a convertir los espacios de uso público en lugares para la convivencia y las relaciones sociales así como genera sinergias en torno al empleo, la economía, y el turismo”.
Para los hosteleros, las terrazas de veladores son “un elemento principal de la actividad y no un elemento accesorio”, más aún tras la pandemia, cuando el usuario demanda “calle y sol”, aunque sí entienden que se debe conciliarse con “el disfrute del espacio público por la ciudadanía, equilibrio que entendemos no es ni mucho menos fácil”.
Los empresarios sí que piden revisar el régimen sancionador y un régimen transitorio mayor para que los hosteleros dispongan del suficiente tiempo para poder adaptarse sin que suponga la pérdida de inversiones realizadas recientemente.
Falta coherencia jurídica ante conflictos
El dictamen del CESS echa en falta una “coherencia jurídica” para afrontar situaciones de conflictividad entre el interés de la ciudadanía sobre el espacio público y el particular establecimiento, algo evidente en las plataformas de veladores en aparcamientos o cruces de calzada. Además, se cuestiona la falta de análisis técnico sobre accesibilidad y libre deambulación de los ciudadanos ante esas plataformas, su afección en zonas patrimoniales saturadas, y su efecto sobre el derecho al descanso al aumentar el horario de los veladores.
Tampoco aprueban que la ampliación de horarios pueda conjugarse con el derecho al descanso, especialmente en aquellas áreas que ya están declaradas como zonas acústicamente saturadas, mientras que reclaman unos criterios transparentes y verificables para los establecimientos llamados singulares, esto último también demandado por la CES.
Al respecto, el secretario de Política Institucional de CCOO de Sevilla, Jorge Carlos Lebrón, “el proyecto de ordenanza de veladores viene a desregular más que a ordenar el espacio público de la ciudad”, apuntando que “no busca un equilibrio justo y sostenible entre la actividad económica o la accesibilidad y el uso de los lugares comunes y, sobre todo, tampoco garantiza la participación activa de los sectores involucrados, incluida la representación de las personas trabajadoras”.
Para el sindicato “es necesaria la precaución al conceder autorizaciones que implican aprovechamiento privativo del espacio público, enfatizando la importancia de la accesibilidad, la protección del patrimonio histórico y la gestión del ruido, por lo que sugerimos un esfuerzo didáctico por parte del Ayuntamiento para comunicar claramente los objetivos de la reforma y cómo esta puede contribuir a mejorar la convivencia y la imagen de la ciudad”.
Por su parte, para el secretario general de UGT Sevilla, Juan Bautista Ginés, “la Corporación tendría que haber realizado un mayor y profundo esfuerzo antes de haber mandado este borrador”, apuntando que “no se puede dejar tanta inseguridad jurídica a los hosteleros y a la ciudadanía, cuando hablamos de una norma que quiere regular un sector primordial en el motor económico de la ciudad”.
Ginés ha subrayado que “en el borrador se nota la falta de rigurosidad en el tema de accesibilidad, vemos problemas en la contaminación acústica donde en Zona Acústica Saturada se aumenta el horario de ocupación de las terrazas una hora más, y se aumenta la privatización del espacio público, con esto, se reduce drásticamente la movilidad ciudadana, ya que este espacio se encuentra ocupado por terrazas y veladores”.
Por su parte, el delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa, ha apuntado que la ordenanza “aún está en fase de borrador”, que es susceptible de nuevas aportaciones y ha defendido que su redacción es fruto del “consenso” entre hosteleros y vecinos, negando en cualquier caso que haya “desregulación ni privatización del espacio público ni mucho menos inseguridad jurídica”.
Tras “confirmarse” esa “inseguridad jurídica”, el PSOE local ha pedido al Gobierno “que tome en cuenta e incorpore al texto las consideraciones de este órgano consultivo y, además, que se siente con los vecinos y hosteleros para armar una ordenanza de veladores que suscite consenso real y no ficticio”.