No será ésta una actuación al uso. Se trata de una auténtica fiesta de este hombre jerezano que lleva más de cuarenta años dedicado al flamenco de manera profesional.
Nano ha recorrido medio mundo con un espectáculo que deja al público más que satisfecho, viéndose influido por la ilusión con la que él y su grupo ofrecen su cante; su arte.
Esta vez viene a Baeza motivado por una petición del alcalde, Leocadio Marín, con quien este artista guarda una relación de amistad, pensando que su espectáculo tendrá una buena acogida por parte del público.
Fin de fiesta
En Jerez, el flamenco se respira por cada rincón, impregnando la música de un carácter especial. Una de sus particularidades, dentro del periodo navideño, es la zambomba jerezana que le canta al Niño Dios.
Es precisamente eso lo que se reproduce en su escenario, la Navidad jerezana. Es decir, una tradición que ha pasado de padres a hijos en su familia.
El espectáculo empieza con la interpretación de villancicos. Después, Nano y cada uno de los cantaores que le acompañan van cantando de manera solitaria. Al final, o como este artista le llama, ‘fin de fiesta’, cantan todos juntos y bailan hasta que el jerezano cierra su espectáculo, por bulerías.
Es por tanto, una verdadera fiesta que llega por primera vez a Baeza con la ilusión y el arte que este profesional del flamenco lleva siempre consigo.