Un hombre con un juicio pendiente por malos tratos y amenazas a su expareja, de la que tenía una orden de alejamiento, ha asesinado en un cortijo de Alboloduy (Almería) presuntamente por envenenamiento a las hijas de ambos, de 2 y 4 años, aprovechando un régimen de visitas, y se ha suicidado.
Este suceso, que la Guardia Civil investiga como un caso de violencia vicaria como principal hipótesis, tuvo lugar anoche en un cortijo aislado de la pedanía de Las Alcubillas, después de que Alina, de origen rumano y madre de las menores, se extrañara de que sus hijas no habían regresado a tiempo hasta Abla, donde residían desde hacía unos dos años.
Una vez alertado sobre las 22:30 horas el puesto de la Guardia Civil de Gérgal, municipio que comparte territorio con el diseminado de Alboloduy donde han ocurrido los hechos, los agentes encontraron a los tres fallecidos en un cortijo apartado y ubicado junto a una finca agrícola con un vehículo en la entrada.
El instituto armado, han indicado a EFE fuentes próximas a la investigación, sostiene como hipótesis más probable que el hombre envenenó a sus hijas con alguna sustancia, aunque deberá ser la autopsia que se le practique a los cadáveres la que confirme la causa exacta de las muertes.
Régimen de visitas reconocido
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el presunto asesino, de unos 35 años y origen rumano, tenía un régimen de visitas de las menores reconocido judicialmente durante los fines de semana y una orden de alejamiento por maltrato para evitar el contacto con su expareja y madre de las niñas.
El hombre tenía pendiente este 10 de abril un juicio por malos tratos y amenazas en un Juzgado de lo Penal de Almería, mientras que otro juzgado, de Violencia sobre la Mujer, había dictado una orden de alejamiento de su expareja y ordenado la colocación de una pulsera de seguridad al presunto agresor para evitar el contacto con la mujer, quien se negó en varias ocasiones a denunciarlo e incluso solicitó el levantamiento de las medidas cautelares.
Asimismo, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer instó un proceso civil sobre la guarda y custodia de las menores, el régimen de visitas y la cuantía de la pensión que debía abonar a la madre para el sustento de las hijas.
Este régimen de visitas, acordado por la autoridad judicial en marzo de 2023, establecía que el padre podía estar con sus hijas los sábados y domingos de cada semana entre las 12:00 horas y las 18.00 horas.
Pese a que en principio se estableció que la recogida de las menores se produjera en un Punto de Encuentro Familiar, se acordó hace unos meses que este servicio no tuviera que intervenir.
Tres días de luto en Alboloduy y Abla
Tras estos asesinatos, que de confirmarse su naturaleza machista sería el segundo caso de asesinato de hermanos por violencia vicaria en 2024, los Ayuntamientos de Alboloduy y Abla han decretado tres días de luto oficial.
En este último municipio, donde residían las niñas junto a su madre, varias decenas de vecinos se han concentrado, junto a miembros de la corporación, a partir de la 1 de la tarde a las puertas del consistorio, donde se ha dado lectura a un manifiesto y se ha guardado un minuto de silencio roto por aplausos.
Posteriormente, algunos vecinos también han llevado y depositado flores en el centro educativo donde estaba escolarizada una de las dos menores fallecidas.
"Alina vino sola con sus dos hijas menores hace unos dos años, huyendo del padre de las niñas. Somos una comunidad pequeña pero estaba totalmente integrada, tranquila, con su trabajo de vez en cuando en un bar y sus niñas", ha declarado a los periodistas Javier Sánchez, alcalde de Abla, quien ha señalado que el Ayuntamiento y los servicios sociales están a disposición de la madre.
Además, personas del entorno de la mujer, entre ellos un amigo y su casera, han lamentado que la justicia hubiera permitido al padre un régimen de visitas con las niñas a pesar de que era un presunto maltratador.
"Ella se quejaba porque se llevaba mal con el padre de las niñas. Estaban separados, pero la justicia le había dado a él la posibilidad de verlas. Sabiendo que era violento y con problemas de maltrato, no tenían que haber dejado a las niñas sin acompañante", ha dicho Costica, un amigo también rumano de la madre.
Loli, actual casera de Alina, también ha denunciado que, a pesar de que la mujer se llevaba "mal" con el padre de sus hijas y tenía una orden de alejamiento de ella, llegaba el fin de semana y se las podía llevar. "Eso era lo que no se tenía que permitir", ha expuesto esta vecina, quien vive enfrente y que nunca vio al hombre por la zona.
El 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 53 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y en caso de no poder llamar se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.