En octubre del año 2009 se instaura en la prisión la figura de un grupo de funcionarios específicamente dedicados a la detección de sustancias estupefacientes procedentes del exterior. Según informó esta semana el director del centro penitenciario, Francisco Márquez, desde que esta ‘brigada penitenciaria’ comenzase sus actividades, se ha pasado de una detección de drogas estimativa del 30 por ciento a unas cifras cercanas al 90 por ciento.
En números absolutos se demuestra la verosimilitud de estas afirmaciones. De hecho, la detección de droga en 2009 en la prisión fue de 564 gramos, mientras que en 2010 los registros efectuados dieron como resultado la interceptación dentro de los límites de la prisión de 2.386 gramos, lo que supone aproximadamente cuatro veces más de efectividad.
Detección
Al margen de la puesta en funcionamiento de esta unidad de funcionarios, el centro penitenciario cuenta desde el año 2009 con un sistema de bajantes en los inodoros que implica la recuperación de la sustancia incluso en los casos en que los presos quieran deshacerse de ellas.
En el caso de que el interno sea sorprendido intentando meter droga en la cárcel, se le impone una falta grave, dándose parte al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, desde el que se inician las correspondientes diligencias.
Además, la prisión cuenta con un módulo específico de lucha contra la droga, el conocido como módulo libre de drogas o módulo siete, en el que colectivos como Márgenes y Vínculos -que propicia la edición de la revista Art.182-m y el Comité Ciudadano Antisida colaboran en labores de prevención y desintoxicación de los internos.
Además, en el centro penitenciario cuentan con las visitas periódicas efectuadas por el Servicio Cinológico de la Guardia Civil de la Comandancia de Algeciras, que envía a los perros entrenados para la detección de droga “cinco o seis veces al mes”, explicaba el director de la cárcel.
El presidente de la coordinadora comarcal Alternativas, Francisco Mena, manifestaba recientemente que el punto de inflexión dentro de los protocolos de prevención de drogas, módulos terapéuticos y convivenciales llegó con la actual directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ya que “antes”, esta institución “no reconocía el problema”.
A pesar de todas estas medidas, en 2010 no ha podido evitarse la muerte de dos internos por sobredosis, algo que no ocurría ya en la cárcel algecireña desde dos años antes.
