El bidón, según han precisado las mismas fuentes, se encontraba enterrado en una zona forestal en la localidad francesa de Dramelay, en el departamento 39 del país galo.
Las fuerzas de seguridad francesas no dudan de que este nuevo escondite pertenezca a la banda terrorista ETA dado que en el zulo hallaron también inscripciones en euskera.
Este hallazgo supone el segundo zulo desmantelado de ETA en la primera quincena del año, después del desarticulado el pasado 4 de enero en Tolouse (Francia), en el que se hallaron dos bidones con material para la fabricación de explosivos. Se trata, eso sí, del primer escondite desmantelado tras la declaración de alto el fuego general, permanente y verificable de ETA.