La enorme rentabilidad de las viviendas de uso turístico (VUT) en comparación con un alquiler tradicional explica el auge de este fenómeno en la ciudad de Sevilla, y especialmente en los barrios del Casco Antiguo, donde la inmensa mayoría de aquéllas se concentran. La diferencia económica entre dedicar una vivienda al uso turístico y al alquiler normal es de 4,4 veces, según un estudio encargado por la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvisesa).
A partir de la información que proporciona la herramienta MarketMinder de AirDNA, se presenta en el estudio encargado por Emvisesa una tabla resumen del informe de rendimiento a 12 meses sobre las viviendas de uso turístico (VUT) comercializadas por los principales canales de oferta turística, en Airbnb (76%), en Vrbo (4%) o en ambos simultáneamente (20%).
Se adjuntan, de forma agregada a escala barrio, los ingresos medios anuales a partir de la ratio de ocupación media y de los ingresos diarios de las viviendas de uso turístico comercializadas en las referidas plataformas.
Se han añadido los ingresos anuales derivados del alquiler residencial convencional procedentes de la última versión del Índice de precios de vivienda principal en alquiler (IPRA) realizado por EMVISESA, así como se ha estimado en la última columna el incremento (%) de ingresos que representa la comercialización de estas viviendas como de uso turístico frente a su comercialización como alquiler convencional. La media municipal se ha estimado en más del 400%.
INGRESOS GLOBALES
Aunque en este epígrafe el estudio no se extiende en otras consideraciones económicas, es fácil colegir que si en febrero de este año 2024 se comercializaban en Sevilla un total de 8.905 viviendas de uso turístico, los ingresos medios (34.286 euros por vivienda) que generarán a sus propietarios sumarán en total 305,3 millones de euros (305.316.830 euros).
En el estudio se afirma que es la propia dinámica económica del mercado de alquiler de viviendas la que acaba llevando a la saturación de determinados ámbitos territoriales mediante el crecimiento permanente del número de viviendas de uso turístico.
Este hecho queda reflejado de forma clara cuando se analizan las distintas rentabilidades del alquiler de vivienda de tipo convencional y el alquiler de vivienda para uso turístico.
Y así se comprueba que la rentabilidad de un inmueble residencial que se destina a uso turístico tiene una rentabilidad económica para su propietario muy superior que si la destinara al uso de alquiler convencional.
Esta alta rentabilidad, hace mucho más atractivo este uso, y tiene como consecuencia que las personas propietarias de vivienda que tienen dichos inmuebles en alquiler convencional, acaben destinando su vivienda a uso turístico, ya que obtendrán unos mayores beneficios.