Hace “unos años” era “impensable” que un gitano tocara la puerta de la Fundación Secretariado de Gitano Málaga solicitando formación, ha explicado Juan José Flores, responsable de mediación en esta organización. Actualmente el 99 por ciento de los jóvenes es lo que reclaman. Este es un ejemplo de los avances logrados: “Hemos avanzado en muchos ámbitos, como el acceso al empleo, educación y vivienda”.
Somos parte de la sociedad malagueña y tenemos que colaborar para vivir en el interculturalismo, donde todos convivamos y nos respetemos.Como cada 8 de abril, Málaga se ha volcado para celebrar el Día Internacional del Pueblo Gitano. Estudiantes, junto a la Fundación Secretariado de Gitano de la ciudad e instituciones públicas han desplegado una gran bandera y han leído un manifiesto para visibilizar el derecho de los gitanos a existir y a tener los mismos derechos. Se cumplen 53 años, desde que en Londres en 1971 se reunieron gitanos de 25 países para “instaurar el himno, la bandera y el idioma gitano”, ha recordado Flores. En Málaga se celebra este hito desde 1998.
La educación es la “llave” para romper y erradicar los problemas socio-económicas. A pesar de los grandes pasos hacia delante, el 64 por ciento del alumnado gitano no termina la secundaria o lo que es lo mismo, seis de cada diez menores abandonan los estudios obligatorios. Es un dato “alarmante”, reconoce Flores. Sin formación, la búsqueda de un empleo se complica y si se es gitano aún más. El 33 por ciento de las personas que viven en España no quieren vivir con una persona gitana, informa el responsable de la Fundación, por lo que “tenemos que hacer un trabajo de inclusión social y campañas de concienciación”. Todo ello se traduce en que el 80 por ciento de la comunidad gitana en España viven por debajo del umbral de pobreza y en muchos casos en guetos, como el que sigue existiendo en Málaga capital. La situación de las personas que viven en los Asperones “nos duele”, porque, “después de tantos años, hay más de 250 familias viviendo en situación de extrema vulnerabilidad”, ha lamentado Flores, por lo que apela a todos los estamentos y a las administraciones públicas y privadas para “ponernos de acuerdo y hacer que situación cambie”.
Los gitanos se enfrentan a la gitanofobia, una discriminación que fomenta la violencia física, verbal y social. Días como este sirven para seguir rompiendo estigmas y estereotipos que acaben con esta forma de discriminación. “Hay gente que nos pregunta que por qué los gitanos no se integran”, ha dicho Flores, a esas personas les hace entender que “los gitanos no tenemos que integrarnos, porque somos de aquí, llevamos 600 años viviendo en España, por lo que debemos cambiar la palabra integración por colaboración social”: “Somos parte de la sociedad malagueña y tenemos que colaborar para vivir en el interculturalismo, donde todos convivamos y nos respetemos”.
