"Es hora de que Mubarak renuncie; si no, Egipto va a colapsar", afirmó El Baradei en declaraciones al canal de televisión Al Yazira, al valorar los pasos políticos dados en las últimas horas por Mubarak para intentar atajar la crisis que atraviesa el país.
"Mubarak debería renunciar y dar paso a un proceso democrático", agregó el premio Nobel de la Paz, que regresó a Egipto el pasado jueves para sumarse a las protestas que se llevan a cabo desde el martes contra el régimen de Mubarak, en el poder desde 1981.
Las declaraciones de El Baradei se conocieron poco después de que Mubarak designara al general Omar Suleimán como vicepresidente, un puesto que estaba vacante desde hace treinta años, y encargara al general Ahmed Safiq la formación de un nuevo gobierno.
El activista de la oposición, que viene promoviendo reformas políticas en Egipto desde hace un año, pidió que se conforme un gobierno de salvación y que se convoquen elecciones libres. "Si no, las manifestaciones continuarán", insistió.
El Baradei dijo que el pueblo lleva esperando cinco días a que Mubarak renuncie y viene protagonizando una serie de protestas que no tienen precedente en la reciente historia del país.
"No creo que haya entendido el mensaje", insistió.
Las protestas brotaron el pasado martes y se intensificaron ayer, viernes. Cálculos extraoficiales indican que la cifra de muertos puede llegar al centenar, mientras que los heridos son más de un millar.
Desde ayer, el Gran Cairo, Alejandría y Suez, los principales focos de la revuelta, se encuentran bajo toque de queda, que este sábado quedó ampliado, desde las 16.00 hora local (14.00 GMT) y las 8.00 hora local (06.00 GMT).
Ante la ausencia de fuerzas policiales en las calles, en muchos barrios de El Cairo se están registrando escenas de pillaje, lo que ha obligado a los vecinos a formar comités de seguridad.
Aunque el Ejército está desplegado en puntos estratégicos de esta capital, no está reprimiendo estos actos.
El Baradei dijo que encargar la seguridad de las calles a los militares no es la solución. "La misión del Ejército es proteger al pueblo, no dirigir las armas contra el pueblo", insistió.