El Ejecutivo defiende que es perfectamente compatible que haya reuniones conjuntas con todas las comunidades autónomas, y al mismo tiempo con los gobiernos regionales por separado, en respuesta a las críticas que ha recibido en las últimas horas del PP tras las reuniones mantenidas con los presidentes de Cataluña y Andalucía.
En concreto, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, reprochó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que se haya reunido “de tapadillo y a espaldas a todos los españoles” con estas dos autonomías, relegando al resto de las comunidades.
En este sentido se pronunció también el portavoz de CiU en el Parlament, Oriol Pujol, quien ha tildado de “puro teatrillo” el encuentro entre Zapatero y Montilla, antes de augurar que el presidente de la Generalitat no logrará más que un acuerdo que caracterizó como “nuevo café para todos”.
Frente a estas críticas, la Junta de Andalucía calificó la reunión de ayer de “fructífera” y valoró la receptividad que ha percibido del Gobierno ante todos los principios que defiende la comunidad autónoma, como que la población sea el eje del nuevo modelo.
El vicepresidente primero de la Junta, Gaspar Zarrías, presentó a esta comunidad como “garante” de que el acuerdo será multilateral entre las comunidades.