Las complicaciones por una lesión en el pie han acabado con la vida de Roberto López Rodríguez, El Cubano, persona sin hogar muy popular en Cádiz porque recaló en la ciudad como asilado en 2011.
López Rodríguez estuvo diez años en la cárcel de su país como preso político disidente. Fue liberado con la condición de que abandonara su tierra natal. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero le acogió y le brindó el estatus de protección internacional, con un compromiso que nunca se cumplió de vivienda y dinero durante cuatro años.
“Músico profesional, quedó en estado de absoluta precariedad”, lamenta Miki Carrera, portavoz de la asociación Nadie Sin Hogar, que ha convocado un acto de homenaje ante las puertas del Ayuntamiento hoy, a las 20.00 horas.
“Sufría alcoholismo y había intentado en varias ocasiones acabar con la adicción”, explica, pero no ha recibido, en su opinión, la ayuda necesaria.
“Servicios Sociales debe ser consciente de que este tipo de casos precisan de seguimiento, no se puede usar una enfermedad para expulsarles a la calle”, denuncia.
Carrera recuerda que “me lo he encontrado muchas veces en la Plaza de las Flores, encogido, en un banco y últimamente ha estado durmiendo en una furgoneta en Puntales”, porque “Servicios Sociales le dieron por perdido y eso no se puede hacer”.
López Rodríguez ha fallecido en el Hospital Puerta del Mar, pero “si hubiera dependido de la Administración local, habría muerto en la furgoneta”, sostiene Carrera, que rompe a llorar ante la impotencia de la situación que sufren las personas sin hogar.
“Era un luchador, involucrado en la política municipal, alegre y vitalista…”, concluye abatido.
