Los soldados británicos se trasladarán al Peñón vía aérea y su llegada coincidirá con la presencia también estos días de al menos seis buques de guerra de la Marina inglesa en la base naval gibraltareña, que serán los encargados de desplazar al contingente.
Una vez en Libia, la misión de estas tropas será la de proteger las instalaciones portuarias de la zona, con el objetivo de garantizar el correcto y seguro desembarco de material humanitario.
La llegada de los seis buques de guerra se producirá previsiblemente mañana martes, aunque ya este fin de semana arribó a la base naval la fragata Tipo 23 de la Royal Navy, HMS Westminster, rumbo al Mediterráneo oriental. Durante su estancia en el Peñón su tripulación ha trabajado de noche para cargar a bordo los víveres, munición y combustible necesarios para volver a entrar en acción.
Este buque ha estado durante el último mes apoyando las operaciones desarrolladas frente a las costas de Libia. En un principio sus actividades consistieron en evacuaciones y labores humanitarias, aunque permaneció en su puesto para controlar el desarrollo de los acontecimientos y reportar informes de inteligencia a Reino Unido de cara a apoyar las negociaciones diplomáticas en las Naciones Unidas.
También llegó ayer domingo a la base el destructor HMS Liverpool, en parada de repostaje antes de poner hoy rumbo al Mediterráneo.
Uso frecuente
No es la primera vez que la base naval de Gibraltar se utiliza durante el conflicto en Libia como puerto lanzadera de buques británicos y americanos desplazados en la zona. A principios del mes de marzo la base fue escenario de tres operaciones militares de apoyo a las fuerzas desplegadas cerca de Libia para la evacuación de los británicos que se encontraban en el citado país.
Uno de los buques que llegó fue la fragata que este fin de semana también utilizaba el Peñón para su repostaje. HMS Westminster relevaba así en las operaciones al destructor HMS York, que partió de la base naval del Peñón a finales del mes de febrero.
También a principios de marzo, un helicóptero Merlin de RFA Argus, volaba hasta el aeródromo gibraltareño para recoger equipo y personal de la marina. El helicóptero procedía de un buque británico que cruzaba el Estrecho de Gibraltar.