En una asamblea extraordinaria la Unión por un Movimiento Popular (UMP) puso encima de la mesa 26 propuestas para recobrar el brío de un laicismo que consideran amenazado por el ascenso de algunas religiones, en particular la musulmana, practicada en Francia por más de cinco millones de personas.
Las medidas, algunas de las cuales la UMP tiene la intención de convertir en leyes en las próximas semanas, persiguen afianzar la libertad religiosa y reafirmar el principio de laicismo.
La iniciativa le ha valido al partido una tormenta de críticas por considerar que el debate es innecesario y puede abrir heridas en la sociedad.
Algunos han acusado a los conservadores de querer pescar en los caladeros del ultranacionalista Frente Nacional, que les pisa los talones en las encuestas y cuya presidenta, Marine Le Pen, amenaza con desplazar a Sarkozy de la segunda vuelta de las elecciones Presidenciales del año próximo.
Críticas que el secretario general de la UMP, Jean-François Copé, ha rechazado con el argumento de que el debate sobre el laicismo está en la sociedad y que los políticos no pueden mirar para otro lado.
El líder de los conservadores señaló que su partido propone “un laicismo de unión, no de división”.