La Consejería de Educación licitará de nuevo las obras del comedor del Colegio de Infantil y Primaria (CEIP) Valdés Leal de Sevilla, en la Carretera de Carmona, una vez que se solvente la situación con la constructora, declarada en quiebra. Un proceso que está "en trámite de resolución contractual" y que es necesario para acometer la licitación, de modo que será otra empresa la que concluya esas obras.
Así lo confirman fuentes de la Consejería a Europa Press. En abril de este año, los trabajos quedaron paralizados como consecuencia de la quiebra de la adjudicataria, la segunda quiebra consecutiva de las empresas que han sido seleccionadas para este proyecto.
Ese hecho motivó a finales de mayo que más de 200 personas se concentraran a las puertas del centro escolar para denunciar la paralización de la construcción del edificio del comedor y exigir a la Junta de Andalucía la reanudación inminente de los trabajos.
La Asociación de Madres y Padres del CEIP Valdés Leal, junto a la plataforma de familias afectadas por el comedor, vienen denunciando el retraso de este proyecto, que llevan esperando más de 17 años y que no se garantice su finalización en 2024, tal y como se había comprometido la consejera de Educación, Patricia del Pozo, entonces máxima responsable del departamento.
Las familias advertían que la situación de las instalaciones donde han estado dando el servicio en el centro era "insostenible" ya que se trata de unas caracolas de chapa totalmente deterioradas y en las que ni siquiera cuentan con baños con motivo de las obras.
Esos trabajos del nuevo comedor se iniciaron en octubre de 2023 por parte de la empresa M2JC Infraestructuras S.L, con un presupuesto de 386.200 euros. La entonces consejera de Educación y el alcalde de Sevilla, Jose Luis Sanz, visitaron la zona donde irían ubicadas las instalaciones prometiendo que el comedor estaría terminado a comienzos de 2024.
El colegio Valdes Leal lleva reclamando la construcción de un comedor desde el año 2007. En el año 2012, el Ayuntamiento de Sevilla instaló unas casetas prefabricadas que deberían servir de comedor de forma temporal, durante los dos años que tardaría la construcción del edificio. Unas caracolas de chapa, con capacidad para 70 personas, que en 2024 aún siguen siendo las únicas instalaciones disponibles para que almuercen a diario más de 270 niños y niñas.
Las instalaciones están totalmente deterioradas tras 13 años de cursos escolares. Además, debido a la nueva obra, los baños han quedado inutilizados, por lo que los menores tienen que recorrer más de 80 metros para poder hacer uso de los del edificio del colegio.
