Ángel García López (Rota, Cádiz, 1935) fallece a la edad de 89 años por una parada cardiorespiratoria durante la pasada madrugada. El afamado poeta roteño guarda una vinculación especial con la localidad desde la obtención de un azulejo a su honor, hasta homenajes institucionales por su labor literaria, pasando por dar nombre a un certamen de poesía de gran calado en la geografía española.
García López hizo una de sus últimas apariciones en el aula literaria impulsada por Felipe Benítez Reyes en agosto. Su presencia en eventos literarios en la localidad siempre han sido un salto cualitativo por ser un referente en el mundo de las letras a nivel de habla hispana. Una pérdida irreparable para la literatura roteña y global. La capacidad creativa del poeta le llevó a escribir versos como los de 'Besarte no es amor, es irte oliendo':
Besarte no es amor, es irte oliendo
igual que huele el macho a su collera;
es saberte paloma mensajera
al gavilán las alas abatiendo.
Besarte no es amor, es ir pidiendo
besana donde hundir mi sementera;
es ser igual que el toro en la pradera
huyendo de la hembra y embistiendo.
Igual que el ciervo oculta el baluarte
donde el celo resiste y le reclama,
así mi boca llega hasta tu boca.
Porque besarte entonces, no es besarte.
Es dejar en los labios la proclama
donde la sangre asusta de tan loca.
Ángel García López deja más huérfano a la cultura roteña. El poeta ocupa un espacio especial en la localidad y es parte de la historia de la misma a base de verso y cercanía.