"Algunos buques, que asumimos eran pro Gadafi, colocaron minas de forma indiscriminada", dijo el brigadier Rob Weighill, jefe de operaciones de la OTAN en Libia, en una conferencia de prensa.
La operación fue realizada ayer por la mañana por varias embarcaciones, que fueron interceptadas por unidades navales de la OTAN cuando ya habían colocado algunas minas, que están siendo desactivadas, añadió.
Weighill aseguró que no tenía aún más detalles sobre el incidente, ya que es muy reciente.
Sin embargo, afirmó que se trata de "otro intento del régimen de Gadafi de ignorar totalmente el derecho internacional para prevenir que la ayuda humanitaria llegue a la población de Misrata".
El responsable militar aliado dijo que los ataques aéreos de los próximos días se concentrarán en torno a las ciudades de Misrata, Zintán (oeste del país) y Yebra (cerca de la frontera con Túnez).
Los resultados de este cambio de orientación "se verán en los próximos días", añadió Weighill, aunque eludió dar más detalles concretos para no dar pistas a las fuerzas gadafistas.
Sí aseguró que hasta ahora los ataques de la OTAN "han destruido o dañado más de 600 objetivos", entre ellos 220 tanques, 70 sistemas lanzamisiles y 200 depósitos de municiones.
Los aviones de la OTAN han realizado hasta ahora 4.242 salidas, de las que 1.766 están relacionadas con ataques a objetivos terrestres.
Además, los 19 buques de la Alianza Atlántica que vigilan el cumplimiento del embargo de armas a Libia han controlado un total de 706 barcos, de los que 21 han sido abordados y cinco desviados de su ruta, según indicó la OTAN en un comunicado.
Weighill recalcó que, si bien las tropas leales a Gadafi siguen atacando la ciudad de Misrata (asediada desde hace dos meses), no han podido conquistarla pero mantienen sus bombardeos "indiscriminados".
También dijo que las acciones de la OTAN "han tenido un impacto claro", ya que las fuerzas pro Gadafi "tienen más problemas para luchar".
"Seguimos destruyendo tanques y lanzacohetes usados para atacar a la población", y también "hemos degradado seriamente su capacidad de mando y control y su logística", resaltó el brigadier británico, quien recordó que las campañas "requieren tiempo y paciencia".