Ante la iniciativa de entidades como Banca Cívica de recurrir a servicios externos (AFI, N+1, Morgan Stanley y Credit Suisse) para colocar sus títulos, la CNMV les ha advertido que el precio del debut en el mercado lo marcarán los grandes inversores y no estos informes, contratados por las propias cajas.
Según fuentes consultadas, el supervisor es partidario de determinar los precios mediante “subastas competitivas”, evitando así posibles acuerdos en connivencia entre las propias entidades para comprarse mutuamente títulos y elevar artificialmente los precios de salida, alterando así el precio real de los títulos.
Además, Banca Cívica prevé vender a través de sus propias oficinas un tramo minorista importante, aunque el destacable volumen de activos inmobiliarios hace difícil conocer su valor actual, con unos precios que se moverían en una horquilla bastante amplia, algo que, según los expertos consultados, incrementaría la incertidumbre en el inversor final.
También le perjudicaría a la entidad, a la hora de conseguir inversores finales, que se conociera que sus activos inmobiliarios tienen un valor más bajo del reconocido, igual que genera incertumbre la falta de transparencia y claridad que han tenido con los sueldos de los copresidentes de Banca Cívica.