Según la agencia de noticias estatal, MENA, un tribunal administrativo condenó también al exprimer ministro Ahmed Nazif y al exministro del Interior Habib al Adli, acusados por los mismos delitos, a pagar a la hacienda pública 40 y 300 millones de libras respectivamente.
Esta es la primera sentencia judicial emitida contra el exmandatario egipcio, que renunció a su cargo el pasado 11 de febrero.
El fallo, que fue dictado por el presidente del tribunal, el juez Hamdi Yasin, ordena que los tres altos cargos "paguen con su propio dinero debido a los daños que causaron sus errores personales a la economía nacional".
El pasado marzo, la Fiscalía General egipcia comenzó a investigar a los responsables gubernamentales y a las compañías de telecomunicaciones implicados en la suspensión del servicio de internet y de móviles durante la revolución.
La ONG Red Árabe para la Información de Derechos Humanos señaló entonces en un comunicado que la suspensión de esos servicios no solo perjudicó a los egipcios por el cierre de negocios, sino que también causó la muerte de algunas personas que no pudieron solicitar ayuda médica.
El pasado 28 de enero, tres días después de que estallaran las protestas contra el régimen de Hosni Mubarak, las compañías de telefonía móvil suspendieron su servicio durante 24 horas, poco después de que se cortara el acceso a internet.
La compañía británica Vodafone, la segunda del mercado egipcio, confirmó desde Londres que el Gobierno de Egipto le había ordenado suspender sus servicios "en áreas seleccionadas", y dijo que las mismas órdenes las habían recibido el resto de los operadores.
El exministro del Interior Habib al Adli ya fue condenado el pasado 5 de mayo a doce años de cárcel por blanqueo de dinero y enriquecimiento ilícito.
No obstante, esta es la primera sentencia contra Mubarak, que tendrá que comparecer ante un tribunal penal, junto a sus dos hijos Gamal y Alaa acusado de asesinato premeditado de manifestantes durante las protestas egipcias.