La primera de las detenciones se produjo tras la denuncia que realizó una mujer en la que daba cuenta de haber sido víctima días atrás de un robo con intimidación, hecho fue ejecutado por unos jóvenes que le intimidaron con una navaja a fin de sustraerle su bolso que contenía, según su propia versión, 290 euros en efectivo, un par de gafas y efectos personales.
El segundo de los casos fue denunciado en dependencias policiales de la Comisaría por un joven un acto de similar acción delictiva a la de la anterior cuando ejercía en este caso su labor de repartidor de pizzas a domicilio, si bien a este le fueron sustraídos 250 euros en efectivo.
Los agentes que llevaron las investigaciones, tras resolver unos casos que resultaron ser denuncias falsas, dieron cuenta de todo lo actuado a la Autoridad Judicial competente de esta ciudad en Funciones de Guardia.