Como si de un gran desafío intercontinental se tratara, las Olimpiadas Internacionales de Tecnología vuelven a abrir sus puertas a niños y adolescentes de entre 7 y 16 años. Organizadas por la NTT DATA FOUNDATION, esta competición gratuita busca despertar el interés por la programación, fomentar habilidades digitales y contribuir a la reducción de la brecha digital desde edades tempranas. Pero este año, la iniciativa se expande con una novedad clave: una gran final internacional que reunirá a los mejores talentos de cada país en septiembre de 2025.
Desde su primera edición, las Olimpiadas han crecido exponencialmente en participación y alcance. "Solo el año pasado se inscribieron 7.000 niños. Cada año duplicamos el número de participantes, pero lo más impactante es ver los proyectos que crean", explica Magda Quintero, subdirectora de la Fundación. Más allá de los números, esta iniciativa ha demostrado ser una experiencia inmersiva donde los pequeños programadores no solo aprenden a codificar, sino que también desarrollan pensamiento crítico, creatividad y trabajo en equipo.
Un reto con impacto real
Las Olimpiadas no son solo una competición, sino un viaje de aprendizaje. Durante dos meses, los participantes avanzan a través de 10 módulos diseñados para su edad, explorando desde los principios del pensamiento computacional hasta la resolución de problemas con herramientas digitales. La plataforma utilizada es Scratch, un lenguaje de programación visual que permite crear videojuegos, animaciones y cuentos interactivos.
En la última edición, Pablo, un niño madrileño, sorprendió al jurado con un videojuego diseñado para incentivar a las personas mayores a llevar una vida más saludable. Miguel, desde Extremadura, desarrolló un juego de plataformas donde el jugador debía esquivar obstáculos y recoger monedas en diferentes niveles. "Los niños reciben un reto: detectar un problema en su entorno y resolverlo con tecnología. Un ejemplo que nos impactó fue el de un videojuego que enseñaba a los más pequeños a ahorrar agua premiando con puntos cada vez que cerraban el grifo", comenta Quintero.
España y el reto de las competencias digitales
Según datos de Eurostat y el INE, cerca del 70% de los españoles tienen al menos un nivel básico de competencias digitales, pero todavía persisten brechas importantes, especialmente en términos de edad, género y nivel educativo.
En este contexto, la Fundación NTT DATA refuerza su apuesta por el aprendizaje digital desde la infancia. "La brecha digital no es solo una cuestión de acceso a la tecnología, sino de cómo la usamos. No queremos que los niños sean solo consumidores de contenido digital, sino productores con una mirada crítica", subraya Quintero.
Para apoyar este objetivo, las Olimpiadas no solo están dirigidas a los niños, sino también a sus familias y profesores. Se han programado cuatro sesiones de formación online para padres y docentes con el fin de capacitarlos en pensamiento computacional y programación con Scratch. "Los padres y los maestros son los verdaderos influencers. Su rol es clave para crear un entorno que motive a los niños a tomarse en serio esta oportunidad", destaca Quintero.
Un nuevo formato con final internacional
Este año, la competición adopta un nuevo enfoque: se elegirán ganadores por país, quienes competirán en una gran final internacional en septiembre de 2025. En España, la final nacional tendrá lugar en mayo. "El año pasado tuvimos participantes de nueve países y la selección de los ganadores fue complicada. Con este nuevo formato, damos más oportunidades y reconocimiento a los niños en sus respectivos países", explica Quintero.
Los finalistas serán evaluados por un jurado de expertos en tecnología y educación, y los ganadores recibirán premios como robots, drones y kits de programación. Pero más allá de los premios, el verdadero valor de la experiencia radica en el aprendizaje. "No es necesario tener experiencia previa. Aquí lo importante no es ser el mejor programador, sino tener ganas de aprender", concluye Quintero.
Las inscripciones están abiertas hasta el 20 de febrero de 2025 y se pueden realizar a través de la página oficial de la competición. Con cada nueva edición, las Olimpiadas Internacionales de Tecnología refuerzan su propósito: demostrar que la programación no es solo un lenguaje del futuro, sino una herramienta clave para comprender y transformar el mundo desde hoy.