Detrás de ese éxito masivo hay toda una arquitectura de decisiones, como dirían los asesores de Obama, que en versión española es una mesa de camilla de ideólogos en la que Santiago Martínez-Vares (Sevilla, 1974), ha tenido mucho que ver desde el origen de Zoido como candidato a la alcaldía. Su carácter de emprendedor nato le viene de Italia, lo heredó de su abuelo Ettore, representante del Circo Mundial en Europa y que al ver a su hija subida al trapecio, decidió mandar a todos los hermanos internos a Zaragoza.
La influencia del Derecho
La infancia de Martínez-Vares ha estado marcada por el Derecho. Hijo de un magistrado del Tribunal Supremo, “los principios están para cumplirse y por encima de los principios de un hombre no hay nada”, le enseñaría su padre, que se estreno en el alto tribunal ilegalizando Batasuna y nunca jamás se agachó a mirar debajo del coche.
Optó por el periodismo casi por accidente, y pronto entraría en la órbita de los gabinetes de prensa de la mano de quien es hoy el otro gran ideólogo de Zoido, Curro Pérez.
Profesa devoción por Miguel Ángel Rodríguez, “un estratega genial capaz de parir en frases como el ‘Váyase señor González’ o el ‘España va bien’ todo un concepto de comunicación”, justifica, de la misma manera que hace con su vinculación al alcalde: “Yo estoy aquí por Zoido. No soy afiliado al PP, nadie me lo ha exigido jamás, pero sí soy de Juan Ignacio Zoido”.
Martínez-Vares cree que Zoido goza de una fuerza interior distinta al resto, de los que piensan que no hay problema sin solución y de los políticos que saben ponerse en la piel de los demás. “Como alcalde será un gran gestor para dar un nuevo rumbo a Sevilla”, afirma buscando tal vez un titular. ¿Y no corre el riesgo de convertir a Zoido en una marca política? “No porque en él todo es verdad. Una estrategia de comunicación sin verdad, en cuanto rascas se cae”. Todos los días, de lunes a domingo, el alcalde le llama a las siete de la mañana para conocer el primer impacto de la prensa.
“Obama nos copió”
Siguió con máximo interés la campaña presidencial de Obama a la Casa Blanca. “Me dio mucha alegría ver que nos copiaba, porque el primer político que se sentó en un taburete fue Juan Ignacio Zoido”, afirma. También reconoce compartir con su equipo la obsesión por las redes sociales: “fuimos los primeros en Tuenti, en septiembre de 2007”, presume.
Ahora se ha marcado otro objetivo: enseñar Sevilla al mundo, “esa es mi obsesión y mi locura”, admite, y contribuir a que Arenas sea presidente de la Junta de Andalucía. “Le vendrá muy bien a Sevilla tener a un sevillano como aliado como presidente”, concluye.
Pasión por la hípica
Santiago Martínez-Vares fue jinete profesional desde pequeño, otra herencia italiana de su bisabuelo y su abuelo. A los ocho años debutó ya en el Campeonato de España. Esa era su vida. Iba al colegio de lunes a jueves y de jueves a domingo montaba a caballo a diario. En su mochila siempre iban los pantalones de montar y esa ha sido la válvula de escape. Pero la carrera se truncó por un accidente a los 13 años al ser pisado por un caballo. “Este niño se ha quedado parapléjico”, oyó en la UVI que le trasladaba al hospital. Pero salió adelante y también mantiene viva esa pasión.
