Las negociaciones privadas que la Casa Blanca entabló a partir del sábado con el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, se convirtieron en la clave para revivir un proceso marcado por el obstruccionismo a los planes partidistas.
McConnell aseguró este domingo que el país estaba "muy cerca" de lograr un acuerdo que aumentaría el techo de la deuda lo suficiente para no tener que volver a alzarlo hasta que acabe 2012, y con él las elecciones presidenciales.
El principio de acuerdo proyecta una reducción del déficit de 3 billones de dólares en los próximos 10 años, a través de dos fases y con la garantía de que no habrá aumento de impuestos al menos en la etapa más inmediata, según explicó el senador a la cadena CNN.
El pleno del Senado acabó este domingo virtualmente con el plan sobre la deuda del líder de la mayoría demócrata en esa cámara, Harry Reid, que no logró poner fin al eterno debate en torno a su medida y abrir camino a una votación final sobre ella.
No obstante, eso no evitó que Reid anunciara poco después que apoyará el plan que ha resultado de las negociaciones entre la Casa Blanca y McConnell, siempre y cuando el resto de demócratas en el Senado decidan respaldar la iniciativa.
"El senador Harry Reid ha suscrito el acuerdo sobre el techo de la deuda a la espera de que el caucus (demócrata) lo apruebe", dijo su portavoz, Adam Jentleson, en un comunicado.
Poco antes, a la salida de una reunión con otros líderes demócratas, Reid afirmó que "espera" que el Senado pueda votar en las próximas horas el plan, algo que la Casa Blanca prevé que se produzca antes de que la incertidumbre se multiplique en las bolsas con la apertura de los mercados asiáticos.
Tanto el presidente Barack Obama como el vicepresidente Joe Biden han tenido un papel activo en las negociaciones, que se reanudaron después de que la propuesta de Reid fuera rechazada en la Cámara de Representantes el sábado.
Un día antes, el plan del presidente de la Cámara baja, John Boehner, se había estrellado también en el Senado, después de ser aprobada en la instancia inferior.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, el nuevo acuerdo toma elementos tanto del plan de Reid como del de Boehner, y permitirá ahorrar 917.000 millones de dólares en los próximos 10 años y elevar el techo de la deuda en 900.000 millones en dos fases antes del final de este año.
Tras una reducción inmediata del déficit de alrededor de 1 billón de dólares, un nuevo comité bipartidista en el Congreso se encargaría de estudiar y recomendar qué recortes hacer para garantizar al menos otros 1,5 billones menos de déficit, según el diario especializado "Politico".
"Estados Unidos honrará sus obligaciones", aseguró la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, poco después de que Reid anunciara su respaldo al plan.
La votación de un plan puede ser clave para cumplir el plazo fijado por el Departamento del Tesoro, que ha advertido que, de no lograr un acuerdo antes del martes, el Gobierno habrá superado su límite de endeudamiento de 14,29 billones de dólares, y se quedará, por tanto, sin fondos suficientes para hacer frente a todas sus obligaciones.