En las maratonianas reuniones del Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla) de los últimos días, empresa y comité llegaron a un acercamiento de posturas en torno a los parámetros económicos del convenio. Sin embargo, la introducción de cláusulas tendentes a la renuncia a las movilizaciones por parte del comité echaron por la borda cualquier posibilidad de éxito en las reuniones, al entender el comité que era un intento de “amordazarnos”.
Este fue el motivo de que ayer, y después de varios intentos frustrados de negociación, los trabajadores de APM Terminals (un total de 300), la terminal de Maersk en el puerto de Algeciras, iniciaran los paros a las 14.00 horas, tal y como estaba anunciado.
Sin embargo, justo en el momento en el que comenzaban a producirse las movilizaciones, la empresa volvió a llamar a consultas a los representantes de los trabajadores, en un último intento por acercar posiciones y evitar un nuevo conflicto laboral que, en palabras del director de APM, Anders Kjeldsen, podría tener “consecuencias muy graves”.
Así, la parte social ganó ayer un nuevo pulso en sus pretensiones, dado que la empresa replanteó su posición respecto del punto sexto de la propuesta planteada la noche anterior en el Sercla, punto este en el que se establecía la citada renuncia a las movilizaciones.
Las dos partes consensuaron que dicha cláusula supusiera una garantía de paz social en el puerto de Algeciras, durante el tiempo que permanezca en vigor el nuevo convenio colectivo (hasta 2013) y renunciar a las movilizaciones siempre que no se produzca un incumplimiento de sus acuerdos.
Alrededor de las 16.00 horas, los representantes del comité de empresa trasladaron esta nueva propuesta a los trabajadores (reunidos en asamblea en la puerta de la terminal, donde permanecían en huelga), para que fuera sometida a votación.
La mayoría de los 145 trabajadores con derecho a voto presentes (de un total de 190) votaron a favor de la propuesta y de poner fin a las movilizaciones, con un total de 77 votos, frente a 67 que se opusieron a la misma y planteaban continuar con las movilizaciones.
El presidente del comité de empresa, Pablo Bianchi, resaltó el aspecto positivo del acuerdo alcanzado, aunque puso de manifiesto que “la empresa tiene que tomar nota del malestar de la plantilla, ya que la mitad quería ir a la huelga, debido a que se mantienen numerosos pequeños conflictos que habrá que solucionar cuando se reanuden las negociaciones”.
Gruistas
Las negociaciones de los últimos días en el Sercla tenían un segundo conflicto paralelo por resolver con los catorce gruistas de puerta, que reclaman su inclusión en el régimen del mar, y cuya situación no quedó solventada ayer, por lo que hoy continuarán con sus movilizaciones en el puerto de Algeciras.
Sobre este aspecto, la empresa alega que no es competencia suya el modificar el régimen laboral, sino que se ciñe a la Ley de Puertos, y que la relación laboral especial se basa en listas cerradas, que necesitan ser pactadas y aprobadas por el comité de la sociedad de la estiba Marapie. No obstante, APM tratará hoy también de poner fin a estas movilizaciones con una nueva propuesta.
De no llegar el acuerdo, la huelga de los gruistas de puerta comenzará en la mañana de hoy en franjas intermitentes de dos horas (de 10.00 a 12.00 horas, de 14.00 a 16.00...) Los paros no afectan en nada a la entrada de buques, aunque sí ocasionan un importante colapso de tráfico en el recinto portuario, con especial incidencia en los clientes importadores y exportadores del dique.
APM
Minutos antes de la convocatoria de huelga en la terminal, el director de APM, Anders Kjeldsen; y el responsable de Relaciones Institucionales, Javier Sáez, comparecieron para explicar la posición de la empresa.
Kjeldsen fue tajante a la hora de hablar de “una huelga histórico que creará un antes y un después” por la “situación grave” que suponían los paros. Para el responsable de la terminal, la fuerte competitividad que arrastra el puerto de Algeciras hace que la conflictividad laboral se convierta en un factor de riesgo a la hora de derivar los tráficos a otros puertos pujantes, como el de Tánger.
“Ya se ha hecho el daño”, indicó, entendiendo que los clientes pueden percibirlo como “una señal de inestabilidad” y “enviar sus buques a otro sitio”.
De hecho, el director de la terminal señaló que, tras conocerse la noticia en todo el mundo, ayer mismo ya se produjeron los primeros desvíos de tráficos a otros puertos.
En relación a la posición de competitividad del puerto de Algeciras, amenazada por la huelga, Anders Kjeldsen manifestó que la compañía “ha luchado” para conseguir la recuperación de volúmenes de tráfico registrada durante el verano y que el paro podría disuadir a futuros inversores.
Así, entendía que “ahora, los volúmenes van a bajar otra vez y habrá que luchar por recuperar la confianza con la alta competencia que hay”. Finalmente, los temores se vieron resueltos con el acuerdo alcanzado ayer de última hora.
Comité
El presidente del comité de empresa de APM Terminals, Pablo Bianchi, recalcó ayer que la decisión de acudir a la huelga por parte de los trabajadores no respondía a consideraciones salariales, sino a la exigencia en el acuerdo a que el comité renunciara a las movilizaciones.
Con dicha aclaración, Bianchi quiso despejar cualquier duda sobre las intenciones de los trabajadores, dada la “mala prensa” que aseguran tener. “No podemos negarnos a un acuerdo salarial sabiendo lo que hay en la calle, y que en todos los centros se están produciendo despidos. No había ningún problema económico”, resaltó.
En este sentido, el representante de los trabajadores puso de manifiesto que la razón por la que el comité decidió acudir a la huelga se asienta en la cláusula por la que se debían comprometer a renunciar a cualquier movilización.
“Se pueden comprometer a firmar una paz laboral respecto a lo recogido en convenio, pero no sobre futuras reclamaciones porque sería firmar un cheque en blanco”, manifestó minutos antes de los paros. Finalmente, esta posición se impuso en la última negociación que condujo al acuerdo definitivo.
Convenio
El origen de la huelga finalmente desconvocada ayer se encuentra en la renegociación hace más de una semana en el Sercla del convenio colectivo firmado el pasado 10 de mayo después de otro proceso convulso de negociaciones entre las partes.
El comité entendía al inicio del nuevo conflicto que se estaba incumpliendo el calendario que se había establecido en dicho convenio. Sin embargo, la empresa asegura que hubo conversaciones en los meses posteriores a dicho acuerdo.
Los puntos más destacados de las negociaciones sobre el convenio colectivo, que se han traducido en reuniones maratonianas en los últimos días, eran un incremento salarial, la jornada continua de personal administrativo, la cobertura de vacantes y la vigencia del convenio.
Finalmente, los paros se han frenado gracias a la última propuesta de los mediadores del Sercla, apoyado en el incremento salarial del 2% para 2010, del 2,5% para el 2011 más una tabla variable inicial; así como un 2,5% para 2012.
En la última propuesta presentada por los mediadores del Sercla también se establece el compromiso de crear una comisión de seguimiento de la cobertura de los puestos vacantes, así como la propuesta de un mes más de jornada intensiva para los administrativos que, de esta forma, disfrutarían de cinco a lo largo del año. Sólo restaba el último escollo, resuelto ayer.