Tal y como adelantó la edición digital de Viva Sevilla esta misma mañana, efectivos de la Guardia Civil se desplazaron esta mañana hasta Utrera con tres perros del grupo cinológico de búsqueda de personas para analizar el macuto hallado por un vecino e intentar recabar nuevas pistas. De hecho, los canes han seguido algunos ratros pero sin conseguir resultados
Según la Benemérita, un vecino de la localidad ha hallado en un descampado un macuto con ropa de estilo gótico y documentación perteneciente a José Antonio G. R, que supuestamente agredió el pasado día 28 de agosto con una piedra a una menor de 13 años de edad, a la que dejó gravemente herida y que fue ingresada en el Hospital Virgen del Rocío de la capital hispalense.
Fue el vecino el que llamó a la Guardia Civil informando sobre la existencia de un macuto con "ropa de estilo gótico" en ese lugar, concretamente en unos arbustos junto a una explanada ubicada junto al llamado 'puente de los cochinos'. Tras ello, los agentes se desplazaron al lugar y pudieron comprobar que, además de la ropa, había documentación personal y un curriculum perteneciente al supuesto agresor.
En el macuto se halló ropa muy variada, siempre de estilo gótico y siniestro, como corsés, medias, prendas con brocados y volantes, camisetas con calaveras, además de una bolsa con muñecas tipo 'barby' pero de estética gótica.
Tras comprobar que la ropa pertenecía al joven, agentes de la Benemérita se han desplazado en la mañana de este miércoles a la zona junto a tres perros del grupo cinológico de búsqueda de personas, al objeto de comprobar si el rastro podía llevar a descubrir el paradero del joven de 28 años, aunque finalmente la búsqueda ha sido infructuosa y el presunto agresor continua en paradero desconocido.
Las mismas fuentes han apuntado que el supuesto agresor solía tener un "estilo determinado" y que en su vestimenta usaba una ropa muy característica, de color negro y con muchos bordados. "La ropa estaba escondida en una zona de este descampado y pensamos que es la que él podría tener de recurso por si le hacía falta para poder irse a otro lugar", han apostillado las fuentes.
COLABORACIÓN CIUDADANA
Asimismo, la Guardia Civil no descarta ninguna hipótesis sobre el paradero y el estado de esta persona, ya que "puede estar muerta, viva o herida". Tras un mes de búsqueda, el Instituto Armado ha pedido este miércoles la colaboración ciudadana, por lo que cualquier persona que lo vea debe llamar al teléfono 062. De hecho, las investigaciones se han llevado a cabo tanto en el lugar de los hechos como en los círculos más íntimos del agresor, sin que ninguna de ellas haya dado frutos.
Según la Benemérita, el supuesto agresor es una persona alta, de 1,90 metros de altura, delgada, con pelo negro y largo, aunque se lo puede haber cortado, y solía vestir con ropa de estilo gótico, "pero también es cierto que para despistar puede vestir ahora con ropa normal".
Los hechos ocurrieron el domingo 29 de agosto sobre las 10 de la mañana en la calle El Coronil, perteneciente a la localidad sevillana de Utrera. La niña Ruth R. S., de 13 años acompañaba a su abuela a tirar la basura cuando fue sorprendida por su agresor, Jose Antonio G. R.
El agresor huyó tras golpear repetidas veces a la menor en la cabeza con una piedra y propinar una fuerte patada en la cara a su abuela.
La menor, que había conocido a su agresor a través de la red social ‘Tuenti’, tuvo que ser ingresada de urgencia en la UCI del hospital Virgen del Rocío donde fue sometida a varias operaciones como consecuencia de las fracturas que presentaba en el cráneo. Su abuela, que sufrió la fractura de ambas muñecas y un fuerte traumatismo en la cara también fue ingresada en el hospital.
El agresor, natural de Málaga fue identificado por la Guardia Civil, aunque no pudo ser detenido. Antonio G. R. de 28 años y de apariencia gótica, mantenía una relación con la menor mediante la red ‘Tuenti’. La noche anterior Antonio había sido sorprendido por la Policía en las inmediaciones del domicilio de la menor, tras recibir una denuncia de sus familiares.
La madre de Ruth ya había denunciado anteriormente a José Antonio, tras recibir una carta de él afirmando que obtendría la sangre de su hija.
