Si bien, tanto el padre, tío y abuelo de Marta -la madre volvió a ausentarse- señalaron a su llegada a la Audiencia que “no esperaban mucho del procedimiento”, confiaban en que se produjese algún tipo de titubeo o error por parte de los acusados en sus testimonios -sobre todo de Samuel, inculpado el día anterior por el asesino confeso de hacer desaparecer el cadáver- que diera respuesta a la pregunta que más veces formuló ayer la Fiscalía y la acusación particular en la vista: ¿Dónde está el cuerpo de Marta?
“No lo sé”, fue la respuesta de los tres acusados y la contestación con la que se cerró la primera semana del juicio.
Amenazas, golpes y agarrones
“Ni sé dónde está el cuerpo de Marta ni le he preguntado nunca a nadie por él”. Esta fue la contestación de Samuel Benítez, el primero en declarar, que además de indicar que todo lo que contó Carcaño el día anterior “era mentira”, señaló que “en ningún momento pisó la casa de León XIII” la noche del 24 de enero de 2009, que tiene coartada y que el asesino confeso jamás le dijo nada del crímen.
Benítez explicó que las dos primeras declaraciones realizadas ante la Policía -la primera ante un letrado de oficio y la segunda ante su abogado- y en las que admitió haber estado en el piso de León XIII, haber visto luz en el cuarto de Francisco Javier Delgado (hermano de Carcaño), haber trasladado el cuerpo de Marta en su ciclomotor hasta el Guadalquivir, donde lo arrojó -ésto en la primera versión, y haber trasladado a Marta ya muerta en el coche de la madre del Cuco hasta el río -en la segunda-, fueron realizadas “bajo amenazas y coacciones” de la Policía, que incluso le llegó a hacer un dibujo “señalando el punto del río donde debía decir que habían tirado el cuerpo”.
“Me dijeron que o me autoinculpaba o iban a ir a por mi familia y a por Estefanía -por entonces su novia-. Asentí a todo lo que la Policía me iba indicando que dijera porque sabía que ésa no era la verdad y que luego iba a tener a mis testigos”, dijo Samuel, que presentará como coartada a una serie de amigos que, al igual que él hizo ayer, señalarán que pasó todo ese día y noche en Montequinto en un cumpleaños y después en un pub.
Por otro lado, el enjuiciado también señaló que, antes de la detención de Carcaño, el Grupo de Menores de la Policía (Grume) le pidió su colaboración para sacar información al asesino confeso, cosa que hizo mediante mensajes y una red social y que resultó infructuoso.Además, ha explicado que la versión dada por Carcaño acerca del encuentro que tuvieron en comisaría antes de ser ambos detenidos no fue tal y como lo contó el primero, si no que él le dijo “que si sabía algo que se lo dijera” y que Carcaño le miró como diciendo “ahora te vas a enterar tú”, por lo que ha señalado que la acusación de Carcaño contra su persona es una “represalia” por haber colaborado con la Policía.
Mismas respuestas
“Es algo que no he sabido nunca” y “no sé dónde se encuentra”, fueron las respuestas acerca del cuerpo de Marta de Francisco Javier Delgado y de su novia, María García, respectivamente.Delgado, que recalcó que por aquel entonces no conocía a Marta y que cuando su hermano llegó al piso esa noche sabía que estaba con una chica pero no con ella, señaló estar “completamente convencido de la versión que le dio su hermano” y de “su inocencia” hasta su detención, momento en el que se sintió “totalmente engañado por él”.Por su parte, María García admitió haber estado estudiando esa noche en el piso de León XIII, pero que “no vio a Miguel trasladar la silla de ruedas” hacia las 01.30 horas de la madrugada, como otros testigos señalan.
El padre de Marta pide al juez un careo entre los acusados
La familia de Marta del Castillo asegura que ha perdido “la esperanza de conocer el paradero del cuerpo” después de que las declaraciones de los cuatro acusados no hayan desvelado ninguna novedad al respecto, y ha pedido que el juez ordene un careo entre ellos.“Nos vamos a quedar sin saber dónde está el cuerpo de Marta”, señaló Antonio del Castillo al finalizar la vista de ayer, a lo que añadió que, aunque no tenían mucha esperanza, ahora la han perdido casi totalmente, porque ya sólo quedarán las declaraciones de los testigos, que lo único que podrán aportar es “que mienten todos”.
Ha explicado que “contradicciones y mentiras han sobrado en este caso” y que espera que el juez “las valore y vea que están mintiendo todos” para que en la sentencia haya una condena “que sea ejemplar” porque si no “ésto va a crear escuela”. Asimismo, ha argumentado la oportunidad de un careo entre los acusados, porque a partir de la próxima sesión, que será el lunes en la Audiencia de Sevilla, “todo son testigos” y se quedará sin saber “qué hubiera podido pasar si hubiera un careo”.
En referencia a este asunto, el abuelo de Marta, José Antonio Casanueva, ha dicho que el careo debería autorizarse entre Miguel Carcaño y el Cuco y Samuel, “porque ayer en las declaraciones les echaba la culpa y ahora ellos lo niegan”.Casanueva, que ha destacado la “frialdad” de los acusados durante la declaración, ha afirmado que siente “una impotencia de ver que no dicen la verdad” y que están “demasiado protegidos”.
Hoy se conoce la sentencia del ‘Cuco’
La Audiencia de Sevilla dará hoy a conocer la revisión de la sentencia del ‘Cuco’ que dio el pasado 24 de marzo el juez de Menores número 1, Alejandro Vián, por la que fue absuelto de la violación y asesinato de Marta del Castillo y condenado sólo por encubrimiento a tres años en un centro de internamiento.Esta noticia ha cogido por sorpresa a la familia de la joven porque “puede condicionar” la sentencia del juicio que se está desarrollando ahora y porque podría suponer “un gran beneficio” para Francisco Javier García y para María García, ambos inculpados por el Cuco.
Por otro lado, el juicio se reanudará el próximo lunes, cuando comenzarán a declarar los 90 testigos, 15 de ellos peritos. Los primeros en hacerlo serán los familiares de Marta del Castillo -empezarán los padres y ese mismo día lo podrá hacer el tío de la joven, que recibió el visto bueno por parte del juez de adelantar su fecha-. A partir de ese momento, cuando hayan declarado como testigos, la familia de Marta ya podrá entrar como público en la sala donde se lleva a cabo el juicio. Ahora permanecen en otra dependencia.
