¿Cómo y cuándo conoció que lideraría el proyecto de Barrio Vivo?
Desde que Emilio Checa accedió a la vicepresidencia, algunos miembros de la directiva contactaron conmigo. No era una cuestión fácil de asumir, porque muchas veces el cuerpo te pide terminar tu trabajo y ya está. Intenté convencer a Emilio de que él era la persona indicada, pero al final me hicieron una propuesta. Consulté a mi familia, porque son decisiones que deben consultarse, y al final decidí afrontar esta responsabilidad. En principio, quiero compaginarla, mientras el cuerpo aguante, con las tareas sindicales y profesionales. Imagino que llegará un momento en el que tendré que ir dejando poco a poco esa segunda faceta. Pero ahora mismo también tenemos una situación muy particular en el ámbito universitario, de conciliación de los títulos de Grado y de un futuro que hay que seguir reclamando. No puedo dejar eso a medias. Además, la universidad es una alternativa importante para que la juventud disponga de otras aspiraciones que no sean el paro u otras cosas.
¿Cómo están siendo estos primeros días al frente?
La primera reunión de la Junta Directiva la vamos a tener esta próxima semana. Cuando se llega a la dirección de una organización como ésta piensas que vas a tener tiempo para planificar, y no es así. Ya he atendido a tres familias con problemas con las drogas y las actividades siguen su curso, no se pueden parar. Tenemos previstas todas las actividades para este trimestre y vamos con una velocidad de vértigo a ponerlas en marcha. Es el caso de la carrera popular, que queremos hacerla a finales de noviembre. También celebraremos el Día del Sida, estamos empezando a hacer los talleres de teatro por barriadas y hay previstas acciones para promover el voluntariado.
¿Cuáles serán sus principales líneas de trabajo y los objetivos prioritarios a alcanzar?
Mi idea es seguir con la línea que ha llevado Barrio Vivo, con la impronta particular que yo pueda aportar. En primer lugar está el tema de la prevención, ya que para nosotros es fundamental intentar actuar sobre la población que está sana y que todavía no ha entrado en contacto con ningún tipo de droga, como los niños y los jóvenes. También hay que actuar en los adultos que no han consumido y empiezan a hacerlo siendo mayores. Luego está la intervención con los colectivos que están empezando a tomar algún tipo de drogas, tanto legales como ilegales, y podemos decir que todavía no son adictos. Tenemos que intentar avisarles, por todos los medios, de los peligros que tiene el consumo de estas sustancias. La frase más socorrida en estos casos es “yo controlo”, pero al final nos encontramos con que no es así.
El segundo pilar es la actuación y la atención sobre las personas que ya están dentro de la droga. Vamos a potenciar el servicio de atención al toxicómano, que en muchos casos no sólo se trata de atender a la persona que tiene adicción, sino también a sus familias. La familia necesita del apoyo de la Coordinadora para orientarse, ya que en muchos casos la situación que existe es bastante dura.
La tercera pata es la lucha contra el narcotráfico, lograr que no exista el veneno que mata a personas, deteriorando la vida de muchas otras. Queremos que no se siga vendiendo droga. Apreciamos un repunte en el tráfico y menudeo de droga, y en su consumo. Si es necesario, volveremos a tomar nuestras calles para decirles a los narcotraficantes que no les queremos ni a ellos ni a su veneno.
La cuarta parte es la investigación, estudiar el fenómeno en sí. Muchas veces actuamos según lo que vemos en el día a día, pero creo que, en cierto momento, hay que sentarse a analizar el por qué, cuándo o cómo, así como las consecuencias sociales o familiares.
¿Cuál es la cartera de servicios de Barrio Vivo y en qué aspectos tratará de aumentarla?
Barrio Vivo se compone de un amplio equipo de personas. A la directiva se suman los profesionales contratados y los voluntarios que apoyan nuestras actuaciones. La situación actual nos está llevando a que estos profesionales, en vista de que no se les puede hacer contratos porque no hay dinero, estén actuando como voluntarios porque ven el problema y saben que tienen que seguir ahí. Contamos con un gabinete de atención a las personas con adicciones y también a las familias. Tenemos psicólogos, asistentes sociales y personas que trabajan en las áreas de prevención, tanto en las áreas deportivas como en el teatro. En las actividades que se desarrollan en las barriadas también contamos con voluntarios preparados. Vamos a realizar las actividades que estaban previstas para este trimestre y en este período planificaremos el plan de trabajo de la coordinadora para los próximos cuatro años.
¿Se ha reducido la concienciación social sobre la drogodependencia?
La droga ha pasado de ser muy escandalosa a ser más invisible, menos llamativa desde el punto de vista social. Lo que todavía es peor es el componente de naturalidad en el consumo de ciertas drogas. También está desapareciendo la sensación de que las drogas son un peligro. Parte de la sociedad entiende que hay drogas para consumir entre amigos, y no existe un rechazo social como en otras épocas cuando se veía a una persona inyectándose.
¿Cómo está afectando la crisis a la drogodependencia?
La crisis está haciendo que personas que están en riesgo de exclusión social, incluso aquellas que han salido de la droga, al estar en paro o en situaciones económicas difíciles, empiecen a merodear o a frecuentar ciertos ambientes que habían abandonado. La crisis también provoca que haya un mayor número de personas que menudean o trafican con drogas. No obstante, la fuerzas y cuerpos de de seguridad del Estado están haciendo un trabajo impresionante. Hace poco se han decomisado 150 kilos de heroína en el Puerto de Algeciras. También hay que ensalzar los esfuerzos de Vigilancia Aduanera detectando contenedores que transportan droga. Esfuerzos y medios se están poniendo pero, claramente, hay que poner más y lograr una mejor coordinación entre los diferentes cuerpos. Hay que seguir poniendo medios y esta es una reclamación que no vamos a abandonar.
Una preocupación que tenemos es que se mantengan abiertos los centros de rehabilitación de toxicómanos o de personas con adicciones. Existen varias comunidades terapéuticas para que los chavales puedan salir, pero son claramente insuficientes. Debería haber más porque hay listas de espera tanto en las públicas, como en las privadas. En las públicas hay que esperar hasta seis meses. Queremos que se incrementen, pero lo que no podemos permitir es que lo que tenemos desaparezca.
¿Hay alguna droga que preocupe más por aumentar su consumo?
Está habiendo un incremento en el número de mujeres que padecen adicciones y una disminución en la edad de inicio, en algunos casos en menores de 14 años. También vuelven a consumirse sustancias que considerábamos prácticamente erradicadas como la heroína fumada. En cuanto al tema del alcohol, como droga legal, nos preocupa. El alcohol es la antesala para entrar en otras cosas. En el botellón, en el que participan muchos menores, se mezcla el alcohol con otro tipo de sustancias, ya sea cocaína, cannabis o pastillas. Esto está causando graves problemas, por el deterioro neurológico importante que se asocia. De unos años a aquí, hemos pasado de una droga que mataba directamente a las personas, a través de enfermedades derivadas, a otra que genera problemas neurológicos, patologías duales, bipolaridades o agresividad.
Ante la falta de recursos de la Administración en estos momentos, ¿es la empresa privada la solución para obtener financiación?
Entendemos que la Administración debe priorizar la atención a las personas que tienen problemas. Nosotros llegamos donde no llega la Administración, hacemos una labor que complementa a la suya. No vamos a permitir que desaparezca la ayuda que la Administración debe destinar a estas personas. Para algunos se trata de la única puerta que tienen para salir de la droga y no vamos a permitir que se cierre. Hay que decir también que parte de las ayudas que nos llegan proceden del dinero que se les incauta a los traficantes. Y ese dinero no se va a utilizar para otra cosa que no sea para prevenir o ayudar a quien esté en el mundo de la droga. No podemos permitir que ese dinero no se destine a remediar el mal que ha producido y a evitar que otras personas entren en la droga.
Por otro lado, la iniciativa privada es importante. La crisis está siendo dura, pero la empresa tiene que tener Responsabilidad Social Corporativa, tanto con el medio ambiente, como con la sociedad que le rodea. Vamos a ir a las empresas, bancos e iniciativa privada, porque entendemos que si hay fondos hay que utilizarlos para conseguir una sociedad más sana y más viva.
En su toma de posesión hubo una nutrida representación oficial. ¿Qué espera de la relación con las administraciones locales?
El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, estuvo presente en la asamblea y me pidió que la primera reunión de la Junta Directiva la tuviéramos con él. Le hemos solicitado una reunión para abordar los pagos pendientes de la corporación municipal. También hemos pedido, a través del Ayuntamiento, la participación en los fondos que se les incauta a los traficantes. Estas ayudas son importantes para que el año próximo podamos hacer una serie de actividades que ya tenemos planificadas y que las hacemos anualmente en base a este convenio. También buscamos otras ayudas, como para el estudio estratégico. Aquí me gustaría incidir en el tema de los socios. Vamos a hacer una campaña de captación para animar a las personas a que se hagan socios, según la cuota que pueda pagar cada uno.
¿Cómo es el estudio que buscan iniciar con la Universidad de Cádiz?
Estamos trabajando para que un grupo de investigación de la UCA, que lidera José Joaquín Fernández Alles, junto otro profesorado de los centros adscritos de la comarca, creen aquí un grupo de trabajo. Queremos que se haga un estudio sobre las drogas en Algeciras. Además, para aprovechar la potencialidad que tiene la universidad, vamos a hacer un plan estratégico de Barrio Vivo. Consistiría en analizarnos nosotros mismos como organización, ver un poco qué es lo que se necesita de nosotros, cuántos recursos tenemos, cuáles son nuestra misión y visión. Para ello contamos con la colaboración desinteresada del catedrático de la UCA Manuel Larrán Jorge, que es quien dirigirá este análisis estratégico de la entidad.
¿Cuál es el mejor camino para la prevención en los más jóvenes?
En las actividades que proponemos perciben que tienen alternativas de ocio, de desarrollo de habilidades. Estas acciones no van en el camino de decirle no hagas esto, sino de mostrarles que tienen otras opciones. Aún así todas las iniciativas de prevención son complementarias. A algunos menores les gustará más el teatro o cantar, pero lo importante es que la propia actividad desarrolle la manera de relacionarse con otras personas. Por eso tenemos que apoyar todo lo que sea el tema cultural y deportivo. También visitamos colegios para abordar cuestiones de una sexualidad segura. Abarcamos un abanico de actividades muy importante, que no serían posibles sin nuestros voluntarios y profesionales.
En el trato con las familias ¿qué es lo que más impacta?
Cuando ves una familia entrar, empieza un recorrido de larga distancia. Primero hay que saber si el propio afectado es quien quiere salir, si hay un convencimiento de abandonar la droga. Les damos todo nuestro cariño y apoyo, e intentamos ayudarles de alguna manera. Les orientamos y decimos que tienen una puerta abierta para lo que quieran. También tenemos familias que apoyan a otras familias o escuelas de padres, para poder orientarles en la labor que tienen que hacer. Estamos para ayudar y dar una puerta a la que pueda llamar todo el mundo.
