Esta hipótesis también fue la señalada ayer por el subdelegado de Gobierno en Sevilla en funciones, Faustino Valdés, que achacó las tres detonaciones a “una gamberrada”, aunque explicó que los agentes “mantienen todavía abiertas todas las líneas de investigación”.
Por otra parte, el subdelegado también indicó que, merced al protocolo habitual de la Policía Nacional por estas fechas -Navidades-, los agentes han intensificado las inspecciones en los negocios relacionados con la pirotecnia, sobre todo a cuenta de la relación entre estos artefactos y los menores de edad.
Fuentes policiales apuntaron que las explosiones se produjeron alrededor de las 22.30 horas del miércoles cerca de la puerta K del estadio, aunque fue uno de estos tres artefactos, el más potente que estaba ubicado en una jardinera y compuesto posiblemente por productos pirotécnicos -no contenían metralla según ha podido saber Viva Sevilla-, el que más ruido y daños provocó.
Hasta la zona se desplazaron entre seis y ocho coches de la Policía Nacional, acompañados de un perro de la unidad canina, además de la Policía Local, agentes de la Policía Científica y Técnicos Especialistas en Desactivación de Explosivos (Tedax), que se encuentran analizando los restos hallados. También se ha tomado testimonio a varios jóvenes, así como a un camionero búlgaro que se encontraban por la zona.