La veda afecta a un total de 119 embarcaciones en las que trabajan cerca de 350 tripulantes, que pueden capturar chirla con una talla mínima de 25 milímetros hasta un máximo de 200 kilos por barco y día, según ha afirmado en un comunicado la Consejería de Agricultura y Pesca. La parada biológica, que empezó ayer cuenta con ayudas tanto a los armadores, en función del tonelaje del barco y de los días hábiles que deje de pescar, como a los tripulantes afectados, que cubrirán los dos meses de parada a razón de 37,45 euros diarios. La Comisión de Seguimiento de la pesca de la chirla aprobó el pasado 26 de noviembre un Plan de Gestión de la pesca de la chirla del Golfo de Cádiz, que abarca a todo el presente año y contempla, entre otras acciones, un paro biológico de toda la flota de dos meses de duración, orientado a la conservación y regeneración del caladero.
Además, mantiene una segunda veda, la que históricamente ha tenido esta pesquería desde el 1 al 31 de mayo y los horarios de pesca, los topes de captura y los puertos de descarga (Sanlúcar, Isla Cristina y Punta Umbría) que ha tenido la flota en 2008.
Por otro lado, el plan de gestión se acompaña de un objetivo de reducción del esfuerzo pesquero del 5% a término de 2009 y de un estudio integral de esta pesquería de dos años de duración donde, además de los índices de crecimiento, reproducción y mortandad de la chirla, analizará el patrón de explotación y esfuerzo pesquero al que está sometido el caladero y los parámetros ambientales, entre otros.
