La sentencia condena a los agentes autonómicos Nicolás Jesús Ledesma y Laura Cañas por los maltratos que la víctima sufrió durante su detención y dentro de la comisaría de Nou de la Rambla, pero no por los que denunció haber padecido en las dependencias de Les Corts, dado que la Fiscalía no acusaba por esos hechos.
La condena se basa principalmente en el testimonio de Eva M., una mujer a quien los Mossos detuvieron junto a la víctima como encubridora y que también sufrió presuntas vejaciones, aunque la Fiscalía por falta de pruebas.
La víctima fue detenida el 1 de octubre de 2006 en la calle Ginebra de Barcelona y fue señalado por unas turistas norteamericanas, que explicaron a los Mossos d’Esquadra haber sido víctimas de un asalto sexual por parte de un grupo de jóvenes, denuncia que después resultó ser falsa.