Garrido, que en los últimos días está recibiendo a numerosas familias que no resultaron agraciadas en el sorteo, recuerda que entre los años 1999 y 2003 únicamente la Empresa de Suelo Público de Andalucía (EPSA) construyó 48 viviendas sociales, sin que el Ayuntamiento, a través de Urtasa, promoviera un solo piso.
Es más, la concejala recuerda que en las proximidades de la barriada Virgen del Carmen existía una gran extensión de terreno de propiedad municipal que iba a ser destinada a viviendas sociales, “y que Juan Andrés Gil vendió a una promotora privada para que construyera viviendas de renta libre, en una operación inmobiliaria que sin duda reportó grandes beneficios para algunos bolsillos”.
Cinismo
Asimismo, Garrido considera que “resulta además de un cinismo increíble el que Gil quiera atribuirse el mérito de las viviendas de Santo Domingo de Guzmán, cuando lo único que hizo fue encargar el proyecto y correr a abrir el plazo de solicitudes cuando ni siquiera disponía de financiación”.
El resultado es que “cuando llegamos al Ayuntamiento no sólo no se había movido una piedra o se había hecho el menor trámite administrativo, sino que ni siquiera se había pagado el proyecto”, añade la concejala.
Para Garrido, “fue uno más de los agujeros que tuvimos que cubrir en cuanto asumimos el gobierno”, ha indicado la concejala socialista.
Frente a dicha inactividad, Juana Garrido ha presentado la realidad de 54 viviendas sociales ya entregadas, de una promoción de 76 viviendas actualmente en construcción en La Marina, y de 60 viviendas más que se construirán en la parcela resultante del desmantelamiento de las prefabricadas de La Chanca, “además de todas las viviendas de protección que se harán a través de la adaptación del Plan General, que también ha realizado este equipo de gobierno”.
La concejala lamenta, por consiguiente, “que el PP juegue con los sentimientos de las personas que necesitan una vivienda, por las que no movió un dedo durante los cuatro años en que pudo hacerlo y que constituyen nuestra primera prioridad”, y reclama “responsabilidad para evitar mayor sufrimiento a dichas familias”.
“Que ahora Gil nos hable de bonitos planes que van a solucionar todos los problemas es de una desvergüenza política intolerable”, ha concluido Garrido.