A finales del pasado mes agosto, funcionarios adscritos al Grupo II de la Udyco detectaron que en uno de los bloques de viviendas de la Barriada de Mirasierra (conocida popularmente como Las Palomeras) se venían realizando transacciones relacionadas con el tráfico de drogas, motivando ello que se estableciera en su día un discreto servicio de vigilancia en torno al bloque referenciado.
En el transcurso de las investigaciones, los funcionarios pudieron determinar que el cabecilla del grupo familiar, utilizando un vehículo de alta gama (BMW), se desplazaba periódicamente (preferentemente los fines de semanas) a la barriada de Palmones en Los Barrios, San Roque y a la ciudad de Algeciras, lugares donde contactaba con terceras personas, con las que realizaba intercambios de lo que podía considerarse droga-dinero, dadas las medidas de seguridad que adoptaban y celeridad con que se llevaban a cabo estas transacciones.
Igualmente, durante las vigilancias establecidas en torno a las viviendas y personas, se pudo comprobar como a aquéllas accedían individuos conocidos policialmente como adictos a la “cocaína”, presumiéndose por tanto de que en los pisos en cuestión se realizaban ventas de este tipo de drogas.
Así, en la tarde del pasado día siete de febrero, los investigadores observaron que el principal de los encartados en las investigaciones salía de su domicilio y se entrevistaba en sus aledaños con su padre y un individuo que se trasladó al lugar en un vehículo de la marca Peugeot, siendo en ese acto identificado como uno de los integrantes del grupo dedicado al tráfico de drogas, presumiéndose, por tanto, que estos iban a realizar algún tipo de transacción.
A continuación, los individuos citados montaron todos ellos en el automóvil, tomado dirección salida de La Línea, momento en que fue interceptado y detenidos sus ocupantes después de que el conductor acelerara intentando huir, lo que dio lugar a que colisionara con el automóvil policial causándole daños en unas de sus puertas.
Posteriormente se solicitaron de la autoridad judicial, mandamientos de entradas y registros en dos de los domicilios vigilados, procediéndose a su cumplimiento por funcionarios adscritos a la Udyco y al Grupo Operativo de Respuesta (uniformados) teniendo estos último que repeler la agresión con piedras de que fueron objeto los actuantes por parte de algunos vecinos de la barriada.
Los registros dieron como resultado, la intervención de una importante cantidad de cocaína, dinero procedente de las ventas de la droga, una balanza digital de precisión para llevar a cabo el peso de las dosis, anotaciones de débitos de posibles clientes, un teléfono móvil, y dos pistolas en perfecto uso con sus respectivos cargadores y abundante munición, denotando ello la peligrosidad de las personas detenidas.
