Según ha informado la Policía en un comunicado, la operación ha tenido lugar este martes, tras detectar el pasado verano que en uno de los bloques de viviendas de la Barriada de Mirasierra, conocida popularmente como Las Palomeras, se venían realizando transacciones relacionadas con el tráfico de drogas, estableciendo un "discreto" servicio de vigilancia en torno al bloque referenciado.
En el transcurso de las investigaciones, los funcionarios del Grupo II de Udyco determinaron que el cabecilla del grupo familiar, utilizando un vehículo de alta gama, se desplazaba periódicamente a la Barriada de Palmones en Los Barrios, a San Roque y a Algeciras, donde contactaba con terceras personas con las que realizaba intercambios de lo que podía considerarse droga-dinero, dadas las medidas de seguridad que adoptaban y celeridad con que se llevaban a cabo estas transacciones.
Igualmente, durante las vigilancias establecidas en torno a las viviendas y personas, comprueban que accedían a las mismas individuos conocidos policialmente como adictos a la cocaína.
Así, en la tarde del pasado día 7 de febrero, los investigadores observaron que el cabecilla del clan salía de su domicilio y se entrevistaba en sus aledaños con su padre y un individuo identificado como uno de los integrantes del grupo dedicado al tráfico de drogas.
Tras montar todos ellos en el automóvil, fueron interceptados y detenidos sus ocupantes después de que el conductor acelerara intentando huir, colisionando a continuación con el automóvil policial al que causó daños en unas de sus puertas.
Posteriormente, registraron dos de los domicilios vigilados, teniendo que repeler la agresión con piedras que les lanzaron algunos vecinos de la barriada.
Los detenidos, identificados como Roberto P.R. y conocido como 'El Pequi', de 25 años; Carlos Luis P.H., de 54 años y padre del anterior; María T.R.J., de 24 años; y finalmente, Jesús M.S., apodado 'El Harry', de 25 años de edad, pasan este viernes a disposición de la autoridad judicial acusados de un presunto delito contra la salud pública.
La Policía nacional intervino en los registros domiciliarios un total de 260 gramos de cocaína, así como dos pistolas con sus correspondientes cargadores y en perfecto uso, 38 cartuchos de nueve milímetros, 12 cartuchos de diez milímetros, una balanza digital de precisión y 2.150 euros en efectivos; entre otras cosas.
