Para apreciar la trascendencia de las cifras basta con ir hacia atrás en el tiempo y comparar los datos de meses anteriores; ni siquiera hace falta retroceder años en el tiempo. En el mes de julio pasado, por ejemplo, el que registró una cifra de desempleo más baja de todo el año 2011, el número de parados era de 29.343 personas, casi cinco mil menos de las que existe en la actualidad, solo siete meses más tarde. Y comparado con febrero de hace ahora un año la diferencia se sitúa en torno a las tres mil personas.
El problema es que si nos atenemos a las expectativas reportadas por el Gobierno de la nación, de esas 630.000 personas que pasarán a engrosar a lo largo de 2012 las cifras del paro, un pequeño porcentaje corresponderá a Jerez, por lo que todo apunta a que la ciudad seguirá sin conocer su auténtico techo de parados en el transcurso de los próximos meses. Solo el inicio de la temporada alta turística, con la llegada de la primavera y la celebración de la Semana Santa, el Gran Premio de Motociclismo y la Feria de Mayo, podrá aliviar la sangría de parados en la ciudad, lo que también subraya el aspecto fundamental en el que inciden todas las subidas del paro de los últimos meses: la excesiva dependencia laboral en torno a un único sector, el de los servicios, frente a las poco acusadas subidas en los de la agricultura y la industria y a la más moderada en el de la construcción.
La tendencia histórica apunta a que marzo deberá ayudar a romper con la tendencia alcista del número de parados, aunque Jerez seguirá muy lejos aún de obtener resultados satisfactorios, salvo que la ciudad empiece a generar de nuevo una mayor actividad industrial y económica