El cartel anunciador del concierto utiliza una imagen de la salida de la hermandad del Silencio. Sobre la fotografía de una fila de nazarenos se anuncia la hora, las nueve de la noche. Como suele ser habitual en estos casos, el lugar se mantiene en secreto. El día del concierto los asistentes reciben un mensaje que anuncia el lugar. De esta forma, los organizadores intentan evitar a la Policía o actos de boicot. Otras bandas también participarán en el denominado ‘Camino al sur Fest’.
Orígenes carcelarios
Batallón de Castigo fue fundado en 1991 “por internos de ideología fascista en la prisión de Alcalá-Meco”, según afirma un artículo publicado en Wikipedia sobre la historia de la banda, cuya música se engloba en el denominado RAC (rock contra el comunismo, en sus siglas en inglés). “Rugen nuestras voces sobre los cobardes/siempre dispuestos a derramar sangre”. Así comienza la letra de una de sus canciones, titulada Siempre fascistas.
En 2010 el fiscal especializado en delitos de Odio y Discriminación, Miguel Ángel Aguilar, investigó un concierto de este grupo en Barcelona, en octubre de ese año, por las letras de la canciones, que incitan al odio, la violencia y la discriminación por razón de raza u orientación sexual. Una protesta de grupos antifascistas contra el concierto acabó con dos detenidos y varios heridos.
Desde la plataforma Sevilla Plural, nacida como respuesta contra el concierto de Zeta Zero Alfa, y que engloba a más de 40 colectivos, dan la voz de alarma sobre la existencia de un entramado ultraderechista en Sevilla que, “a tenor de los últimos actos”, ha podido crearse “al albor de la crisis económica”.
Los conciertos de música de este tipo se han convertido en una forma habitual de los grupos de extrema derecha, tanto para conseguir dinero como para buscar nuevos militantes. El último concierto en la ciudad de estas características, que tuvo lugar el pasado mes de enero, fue celebrado en la sala Orange, antigua discoteca Aduana, situada en la avenida de la Raza, según Sevilla Plural.