En este sentido, fuentes del caso han informado a Europa Press de que el abogado que defiende al imputado, identificado como J.S.R., solicitó al Juzgado de Instrucción número 18 de Sevilla la puesta en libertad de su patrocinado, tras todo lo cual el Ministerio Público ha emitido un informe en el que apoya que se le deje en libertad provisional bajo fianza de 20.000 euros.
Así, el juez instructor, Óscar Sáiz, ha convocado para este jueves, a partir de las 10,00 horas, una comparecencia para debatir sobre la petición de la defensa del imputado, en la cual la acusación particular que ejercen las familias de los fallecidos se opondrá a dicha solicitud por la gravedad de los delitos cometidos, la alarma social creada y el resultado "trágico" del siniestro.
Recientemente, el instructor emitió una providencia, consultada por Europa Press, en la que pone de manifiesto que, en la ampliación del atestado policial, "consta que las imágenes del accidente no fueron grabadas por ninguna cámara de vigilancia de tráfico, situadas en Juan Pablo II, ni por las cámaras de la Policía Portuaria de Sevilla que graban el Puente de las Delicias".
En este sentido, el magistrado añade que "la única cámara que podía haber grabado el accidente estuvo apuntando hacia el Puente del Quinto Centenario", de manera que no consta soporte audiovisual alguno sobre este accidente provocado supuestamente por J.S.R., el joven que se encuentra en prisión preventiva por un delito contra la seguridad vial y otros dos de homicidio imprudente.
Tres agentes de la Policía Local de Sevilla ya ratificaron que el conductor imputado circulaba a 98,258 kilómetros por hora en el momento del siniestro, todo ello en una vía donde no se puede circular a más de 50 kilómetros por hora, a lo que se suma que uno de los agentes referidos "le notó un poco de aliento a alcohol".
VELOCIDAD "EXCESIVA" DEL IMPUTADO
Hay que recordar que, a esta velocidad "excesiva", se suma que, según el análisis de una muestra de sangre extraída al joven detenido, éste presentaba 2,11 gramos de alcohol etílico por litro de sangre, con lo cual cuadruplicaba lo permitido en el momento del accidente. Por su parte, el joven de 25 años que conducía el vehículo de las víctimas dio una tasa de alcoholemia de 0,74 gramos por litro de sangre, cuando la tasa máxima permitida es de 0,50.
Un testigo presencial de los hechos ya aseguró que el conductor imputado circulaba a "toda velocidad" y se saltó dos semáforos en rojo antes de colisionar con el vehículo en el que viajaban las víctimas, mientras que una segunda testigo dijo que el imputado circulaba a más de 100 kilómetros por hora y se saltó un semáforo en rojo antes de colisionar con el Peugeot 206 de la pareja.
