Los rojiblancos salieron muy metidos y en los primeros diez minutos, liderados por un centro del campo donde brillaban Javi Chivo e Iván, comenzó a llegar a la portería de Díaz. El viento obligaba a rasear el cuero y los de Eslava se sentían a gusto aunque no concretaron su dominio, si bien la amplitud que daban al campo Willy y Nacho Fernández, invitaba al optimismo a la parroquia rojiblanca.
Precisamente, el linense tuvo una buena opción en el 14’ pero ni acertó a buscar el penalti, ni tampoco a rematar ante el portero cordobés, al que encaró aunque con un defensa pugnando junto a él.
Pero cuando nadie lo esperaba llegó un mazazo. El Pozoblanco se aproximó al área de Mateo, encontró una falta directa en la frontal del área y Bermúdez anotó un golazo ante la incredulidad del estadio que no salía de su asombro con el 0-1 (15’).
Tras el tanto y los minutos de aturdimiento, se pasó a dominar pero sin ocasiones. Pero cuando parecía que habría que esperar a la segunda mitad, un balón recuperado por Mena, se lo sirvió Salvi Carrasco, quién centró y Francis, que se jugó el físico, puso las tablas en el marcador anotando, su decimosegundo tanto.
Tras el descanso el Pozoblanco vio flaquear a la zaga local, fue más agresivo y tras una gran combinación Bermúdez remató desde el borde del área alojando el esférico en las mallas de Mateo (51’).
Tocaba heróica una vez más, y sobretodo tras la expulsión de Iván por dos amarillas. Pese a terminar jugando con Berlanga de delantero y cerrar casi con dos jugadores estuvo más cerca el 1-3 que de lograr el 2-2.