El acusado, Sergio A.P., ha sido declarado autor de un delito de infidelidad en la custodia de documentos, aunque por el acuerdo de conformidad al que han llegado las partes se le ha rebajado la pena que pedía en un principio la Fiscalía y la Abogacía del Estado y que se elevaba a dos años y medio de cárcel y a pagar 4.500 euros.
Al procesado se le han aplicado las circunstancias atenuantes de confesión y dilaciones indebidas, ya que los hechos sucedieron hace seis años.
Así lo han confirmado fuentes jurídicas, ya que la vista se ha celebrado a puerta cerrada, incluso sin necesidad de que el jurado popular que tenía que valorar su culpabilidad estuviera presente en la sala.
Una vez concluido el acuerdo de conformidad ante la sección 29 de la Audiencia madrileña, el abogado defensor, Juan José Cano de Alarcón, ha explicado a los medios de comunicación que han aceptado el acuerdo para evitar un jurado popular, ya que, según su opinión, un tribunal profesional hubiera visto, a su entender, que no había pruebas contra su cliente.
"Había una llave maestra" para acceder a las sacas de cartas en la oficina de correos del acusado y que estaba a disposición de todos los empleados, por lo que su defendido "ha pagado por otros", ha comentado Cano de Alarcón.
"El servicio de reparto estaba al alcance" de muchos empleados de esa oficina, ha enfatizado.
Además, el letrado ha resaltado que ninguna persona se quejó ante Correos de no haber recibido su correspondencia y que casi todas las cartas fueron recuperadas por la Policía Local y se repartieron poco después.
Sergio A.P., que no ha querido hacer declaraciones a su salida de la Audiencia Provincial, era personal eventual de Correos en 2006, y no deberá indemnizar a la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos S.A. porque esta ha renunciado esta mañana a cualquier compensación económica.
El escrito provisional del fiscal acusaba a Sergio, encargado a finales de diciembre de 2006 del reparto de la sección 26 y después de la 14 de la citada localidad de Arganda del Rey, de haber arrojado a unas escombreras las cartas que tenía que repartir "con pleno conocimiento y voluntad".
La mayoría del correo tirado por Sergio fue encontrado por la Policía Local el 22 de diciembre de 2006 en una escombrera de la carretera de Velilla de San Antonio y, cinco días más tarde, en un descampado situado entre la calle Madroño y la avenida de Valdearganda, ambos en el término municipal de Arganda del Rey.
El procesado tuvo un contrato eventual con Correos desde el septiembre de 2006 hasta enero de 2007.